Conseguir un empleo estable es uno de los objetivos más básicos en la vida de una persona, sea hombre o mujer. Ya desde la adolescencia debemos tomar las decisiones que nos acerquen a nuestro trabajo soñado y prepararnos para asegurar el porvenir del mañana. Sin embargo, no todos y no siempre se sabe con total certeza qué es a lo que a uno le gustaría dedicarse en un futuro. Además, a veces las vueltas que da la vida nos obligan a dar un giro a nuestra trayectoria profesional, ya sea por necesidad o por la simple búsqueda de un cambio. 

De hecho, esa la razón de ser del programa Escuela de Empleo Fotovoltaica Mujeres Almería, que además va un paso más allá ya que, su objetivo final es la inserción laboral de sus participantes en un ámbito 'tradicionalmente masculinizado'. El programa, impulsado por la Fundación Acción Contra el Hambre, favorece el desarrollo y mejora de competencias claves para el empleo como la motivación, el autoconocimiento, la comunicación o la negociación a través de herramientas de coaching, acompañamiento individualizado, voluntariado corporativo e intermediación con empresas. 

Y si alguien se pregunta si de verdad funciona, sí lo hace. En la primera realización del itinerario en 2024 participaron 60 mujeres, de las cuales, 33 encontraron un trabajo. "Hice prácticas en una empresa donde montamos placas fotovoltaicas en una nave y luego me contrataron para un proyecto en una planta en Tabernas que terminó en marzo. En mayo empiezo otro", cuenta Karen Satta, una de las participantes de la primera edición. 

Para ella, esta fue una forma de reinventarse. Llegó a España desde Venezuela hace dos años como diseñadora gráfica, pero el curso que conoció por las redes sociales le llamo mucho la atención. "Esto es algo que tiene muchísimas salidas ahora. De hecho, he seguido estudiando para hacer una certificación de electricidad. Esto es el futuro", dice la venezolana. 

Y es que ahora el sector se está abriendo cada vez más al talento femenino, y son también cada vez más las mujeres las que deciden dar el paso y formarse como instaladoras de placas fotovoltaicas. 

Un perfil profesional específico

Este es el caso de Sandra Escanez, una de las 30 mujeres que ahora está cursando las 150 horas de formación teórico-práctica en montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas, para configurar un perfil profesional específico. "Hace un tiempo ya hice un curso relacionado con la electricidad, pero fue muy breve. Cuando conocí este curso, ni me lo pensé. Quería seguir en la rama de la electricidad para seguir ampliando mi currículum. Además, pensé que era mucho mejor desarrollarme en un ámbito específico que tener muchos cursos de ramas diferentes", explica Sandra Escanez, quien conoció el curso a través de su madre. 

De momento, solo le dan respeto las alturas y confía en que cuando acabe el curso estará totalmente preparada para emprender ese trabajo que le podrá dar la estabilidad económica deseada. "Además, entre compañeras nos ayudamos muchísimo, sin conocernos, estamos las unas para las otras", señala. 

Formación y prácticas

Esta formación que se realiza de la mano de la Asociación de Instaladores de Almería (ASINAL) incluye el montaje de sistemas eléctricos y y fotovoltaicos, PRL 2º ciclo: Electricidad, trabajos de montaje y mantenimiento de instalaciones eléctricas de alta y baja tensión, trabajos de otro tipo de instalaciones tales como instalaciones solares fotovoltaicas o instalaciones eólicas y Capacitación de Trabajos en Altura.

Como complemento a la formación técnica, las mujeres participantes realizan prácticas no laborales en el sector de energías renovables.

Además, el itinerario de empleo inclusivo Escuela de Empleo Fotovoltaica Mujeres Almería que se realiza de enero a diciembre de 2025 tiene como objetivo principal facilitar el acceso al mundo profesional de 60 mujeres en situación de desempleo y vulnerabilidad y alcanzar el objetivo de un 40% de inserciones laborales y está financiado por el Fondo Social Europeo+ (FSE+) y la Fundación Iberdrola.

"Siempre estaré agradecida por el trabajo que hacen desde Fundación Acción Contra el Hambre. Terminé mi formación y aún me siguen llamando para cómo voy y si necesito ayuda con algo", concluye Karen Satta.