Donald Trump ha capado el pimiento almeriense como ha hecho con Tik Tok, la red social china para producir videos cortos. Los productores agrícolas almerienses temen además que, tras las primeras declaraciones de tinte proteccionista en las relaciones comerciales del nuevo mandatario norteamericano, el campo almeriense pierda un mercado que, aunque no es relevante en cuanto a volumen, “si tiene mucho recorrido en cuanto a precio”, expone Luis Miguel Fernández, gerente de la asociación de organizaciones de productores de frutas y hortalizas de Almería (Coexphal).

Tras el cierre del mercado norteamericano la pasada semana al pimiento almeriense al cambiar los protocolos de exportación, los productores esperan que en la reunión del comité hispanonorteamericano sobre el pimiento prevista para se pueda alcanzar un consenso para su reapertura.

La explicación para el reciente cierre de la frontera al pimiento urcitano es que el Servicio de Inspección Sanitaria de Animales y plantas ha cambiado el protocolo que venía de 2008, incluyendo más requisitos, que ya se cumplen, en su mayoría como que los plásticos se renueven cada tres años por parte de los productores de pimiento de Almería. Uno de los que no se cumple es el del requisito de que los productores provean un fondo económico que subvenciones los viajes de los inspectores norteamericanos a las zonas agrícolas, un punto fácil de solventar, según la propia Coexphal.

Una de las razones principales por las que Almería debe recuperar sus ventas de pimiento en EEUU es que es la única zona de España, junto a Alicante, que tiene acreditación para ello porque garantizan que no hay riesgo de mosca blanca (Ceratitis Capitata).

Almería lleva exportando pimiento en pequeñas cantidades y por vía aérea a Estados Unidos desde hace 15 años en una temporada, que según los acuerdos comerciales, se extiende desde el 1 de diciembre al 30 de abril.

Antes de quedar ininterrumpidas las exportaciones de pimiento a EEUU, Almería había comercializado algo más de 700.000 kilos vía aérea. Las empresas especializadas en la exportación USA hasta ahora han sido Zoi, Ejidomar, Agroiris y Freshcover. Uno de los condicionantes de estas acciones comerciales es el alto coste de los fletes que se sitúan en torno a un euro por cada kilo.

Otro producto almeriense muy valorado por el consumidor estadounidense es el del tomate, a pesar de la competencia mexicana.

De hecho, Almería junto a Granada, son las únicas provincias españolas autorizadas por la Administración americano por haber controlado las plagas, aunque imponen como requisito que el producto se venda suelto, no en rama. De hecho, Vicasol  y La Palma realizaron varios envíos la pasada campaña. También se vende pepino almeriense en EEUU, que entra reexpedido por Canadá, aunque con una cotización inferior.  Sin embargo, Trump también ha anunciado aranceles para los productos que lleguen desde Canadá.

Hace ahora poco más de dos años, se produjo también un cierre de fronteras norteamericano -concretamente el 29 de diciembre de 2022 por diferentes detecciones de mosca mediterránea. Hasta enero de 2024, hace ahora un año, no volvieron a abrirse las fronteras al pimiento rojo almeriense.

El yeso de sorbas: peligro de aranceles

El producto español más demandado por Estados Unidos y que más va a sufrir las consecuencias de una esperable política trumpista de desglobalización es el aceite de oliva jiennense. Sin embargo, hay otro imput almeriense que puede resultar mal parado si la inercia proteccionista norteamericana se extiende como es el yeso de Sorbas que podría ser gravado con aranceles. Muchos buques que cargan este mineral a granel en puertos de Garrucha, principalmente, Almería y Carboneras tienen como punto de destino puerto norteamericanos. Se trata de un material muy valorado por su granulometría para la construcción y subproductos derivados. Almería se ha encaramado en los últimos años como el primer productor de yeso de Europa con más de 9 millones de toneladas anuales exportadas, más del doble que de frutas y hortalizas.