Mercedes-AMG C 63 S E Performance Estate: la revolución híbrida de los familiares deportivos
Saveres Mercedes Benz presenta

El Estate combina la practicidad de un familiar con la radicalidad de un deportivo de 680 CV, un equilibrio único en su segmento
El Mercedes-Benz C Estate AMG 63 S E Performance no es un coche familiar al uso. Combina espacio y practicidad con unas prestaciones que hasta hace poco estaban reservadas a los superdeportivos más exclusivos. Un auténtico escaparate tecnológico con el que la firma de Affalterbach marca un nuevo rumbo dentro de su gama más radical.
Diseño exterior: deportividad que no pasa desapercibida
Las primeras impresiones entran por los ojos. Sus inmensas llantas, posiblemente de los diseños más originales y atractivos de los últimos años, se combinan con un capó abultado, un sistema de cuatro salidas de escape y un completo conjunto de splitters, difusores y elementos aerodinámicos que, más allá de su estética agresiva, cumplen una función real en la dinámica del coche.

El diseño agresivo del frontal combina la parrilla AMG Panamericana, los grandes conductos de refrigeración y unas llantas que acentúan el carácter deportivo del modelo
Interior: lujo y tecnología a raudales
Dentro nos encontramos con la receta habitual de Mercedes-AMG: ergonomía perfecta, un diseño vanguardista y una atmósfera tecnológica que envuelve al conductor. La iluminación ambiental configurable y la gran pantalla central refuerzan esa sensación futurista.
La calidad de materiales está a la altura de su precio, aunque persisten algunos plásticos duros en zonas secundarias. Nuestra unidad, equipada con el Pack F1 Edition, supera los 170.000 euros, cifra que refleja tanto su nivel de equipamiento como el enfoque exclusivo del modelo.
Conducción: diversión con mayúsculas
Los mandos en el propio volante —dos grandes selectores circulares— permiten configurar de forma rápida parámetros clave como los modos de conducción, suspensión, cambio o control de estabilidad. Un detalle que convierte la experiencia en algo mucho más intuitivo y directo.
El coche no sólo corre, también transmite confianza y, contra todo pronóstico por su peso, resulta ágil y divertido. El chasis roza la perfección, la tracción integral AMG Performance 4MATIC+ reparte la potencia con eficacia y la dirección activa en el eje trasero suma una agilidad sorprendente. Como guinda, el Drift Mode añade un componente lúdico difícil de ignorar.

Bajo el capó se esconde el innovador sistema híbrido enchufable de Mercedes-AMG un motor de cuatro cilindros apoyado por un motor eléctrico para entregar 680 CV y una aceleración de 0 a 100 km_h en 3,4 segundos
Motor híbrido de altas prestaciones
Bajo el capó, la marca alemana da un salto generacional: un motor de gasolina de 4 cilindros apoyado por un motor eléctrico de alto rendimiento. El resultado son 680 CV que lanzan al Estate de 0 a 100 km/h en apenas 3,4 segundos, cifras que hasta hace poco eran territorio exclusivo de superdeportivos.
La batería refrigerada de forma directa y el sistema híbrido enchufable muestran la apuesta de AMG por combinar potencia bruta con eficiencia e innovación.

El puesto de conducción del Mercedes-AMG C 63 S E Performance destaca por la doble pantalla digital y los mandos en el volante que permiten configurar al instante los principales parámetros de conducción
Conclusión
El Mercedes-AMG C 63 S E Performance Estate es mucho más que un familiar rápido: es la muestra de que los tiempos cambian incluso en los deportivos más extremos. Potencia, tecnología, comodidad y espacio conviven en un coche que se disfruta tanto en una carretera de curvas como en un viaje largo. Eso sí, con un precio elevado y un peso notable como contrapartidas.
Una obra maestra tecnológica que redefine lo que debe ser un AMG en pleno siglo XXI.
Esta prueba ha sido posible gracias al concesionario oficial SAVERES Mercedes-Benz en Almería, que nos brindó la oportunidad de descubrir de primera mano este prodigio de la ingeniería alemana.