El Almería confirmó su reacción, apuntada en sus dos anteriores compromisos ante el Levante y el Alcorcón, firmando su segundo triunfo de la temporada al superar al Nàstic, un rival directo en la lucha por el ascenso, ante su afición.

El encuentro comenzó con mucho ritmo y dando la sensación de que ambos equipos querían mirar de cerca a los porteros rivales. Poco a poco el cuadro local fue haciéndose dueño del balón, muy bien dirigido por Corona y Joaquín. Los acercamientos locales llevan más sensación de peligro y a los seis minutos Quique, sólo ante el meta rival, controla más.
Cuando más asentado estaba el equipo llega la lesión de Corona. Le sustituye José Ángel, que realizó un buen trabajo en la misma labor que el capitán.

El conjunto de Soriano se muestra muy equilibrado, con Joaquín colosal, tapa todos los caminos hacia Casto y amenaza a la defensa de tres centrales propuesta por Vicente Moreno.
En el minuto 27 la superioridad local se plasma en el electrónico gracias a que Pozo gana un balón imposible junto al banderín del córner, su centro lo toca Joaquín en el primer palo y Puertas abre el camino del triunfo. Hasta el intermedio dominio local, que borra del terreno de juego y dos oportunidades, una de Pozo y otra de Quique que no superan a Dimitrievski.

Expulsión y sentencia
No le quedaba otra a Vicente Moreno que jugársela. Rompe la defensa de tres centrales y realiza dos cambios de carácter ofensivo con la entrada de Emaná y Muñiz.
El Nástic toma el mando de las operaciones, se hace con el control del juego y amenaza la estabilidad de la meta local.

Pero Gerard se gana a pulso la segunda amarilla y deja a su equipo en inferioridad en le minuto 51. El cuadro local, pese a jugar con uno más, no reacciona, y atraviesa un bache importante de juego que pudo culminar Tejero, pero su disparo desde la frontal rozó el palo. Llegan los saques de esquina para los catalanes y en el 66 el balón se pasea ante la meta de Casto.

La posesión que había sido del 60 por ciento para los locales en el primer periodo, pasa, en esta fase a igualarse, pese a que el Nàstic juega con diez.
Pero entonces vuelve a aparecer el benaducense para firmar un doblete de gran disparo raso desde la frontal, que frena en seco la reacción visitante. Toma protagonismo el meta visitante Dimitrievski que saca dos manos prodigiosas ante dos disparos de gran nivel de José Ángel.

El tanto de Puertas tranquiliza al equipo y a la grada. Se suceden las contras locales, a las que faltó precisión en los momentos finales. Pero en el último minuto aparece el delantero Quique González para firmar el tercero.