Advierten que, en ocasiones, es mejor no levantarse. O quizás habría que reinterpretar esa reflexión para resaltar que, en ocasiones, es difícil no caer preso de la depresión más absoluta cuando un cielo ennegrecido amenaza con engullir a tu equipo. Algo así aconteció a primeras horas de la tarde del pasado sábado a los miles de almerienses que dejaron de lado el merecido y relajante descanso de la siesta para ver el encuentro que disputaba su Almería.
Todo ello porque el equipo de sus amores, el Almería, volvía a ofrecer el mismo paupérrimo espectáculo que en su desplazamiento anterior, ante un equipo menor, y con ello presentaba ya de manera seria y formal su candidatura al descenso a Segunda B.

En la matinal dominical Diego Alves detenía dos lanzamientos desde los once metros a los delanteros atléticos para descorazonarme aún más y confirmar que cualquier tiempo pasado en este Almería fue mejor.
Puedo asegurar y aseguro, como diría mi adorado Adolfo Suárez, que escribir bajo la depresión es duro, pero hay que sobreponerse.

Aquellos que siguen esta sección desde el comienzo de la temporada saben que ya el 30 de agosto comentaba: ‘Me temo que vamos a sufrir porque los fichajes realizados en el mercado estival no han dado al equipo el plus que necesita’. Me hubiera gustado equivocarme, pero, por desgracia, todo apunta a que este plantel es de los peores de la categoría de plata.
El propio técnico denuncia la falta de nivel de los fichajes manteniendo en el dique seco a tres de ellos: Quintanilla, Juanjo e Isidoro.

¿De quién es la culpa? Es la pregunta del millón. Creo sinceramente que de todos. La cota máxima de responsabilidad es de los responsables de los fichajes, que en este club dan la impresión de estar más preocupados de que los medios no se enteren de las fichajes que de fichar bien. En segundo lugar los jugadores que, a falta de mayores virtudes futbolísticas, al menos podían tirar de orgullo. En tercer lugar, Soriano, que no es el mayor culpable, pero que en caso de que las cosas sigan así será el único señalado. El técnico no acaba de dar con la tecla. Sería necesario hacer un cambio en defensa, dar una oportunidad a Isidoro y Juanjo y colocar a Quique en el costado.