Un día complicado para el Almería. La plantilla tuvo una extensa charla con el cuerpo técnico para encontrar soluciones a los graves problemas que han aparecido en los dos últimos partidos. Sin el ADN que pedía Soriano, de compromiso, entrega, esfuerzo y solidaridad, el equipo encajó derrotas frente a Tenerife y UCAM que hacen saltar las alarmas, sobre todo en Alfonso García. El entrenamiento, previsto para las 18.30 horas, se retrasó por la charla que mantuvieron los profesionales en el vestuario. No hay tiempo de lamentar y sí de trabajar. El sábado viene el Lugo y el Almería tiene que reencontrarse para salir de la zona de descenso.

Al césped
Casi tres cuartos de hora después de lo previsto, la plantilla saltó al Anexo con las ausencias de Fran Vélez, Dubarbier y Corona. Los titulares en La Condomina realizaron trabajo de recuperación junto a Sergio Pardo, mientras que el resto sí entrenó a mayor intensidad. Álex Quintanilla, expulsado en el partido, decidió ejercitarse con los suplentes y no convocados de la cita en Murcia.

Fernando Soriano fue el último en llegar a la hierba y lo hizo acompañado por Juanito y Cabellud. El maño no perdió la sonrisa durante la sesión y charló con Fidel y Ximo mientras hacían carrera continua. Parece que ha calado el encuentro jugadores-cuerpo técnico después del primer gran golpe de la temporada. La autocrítica es el primer paso hacia la mejora, y el Almería tiene mucho margen para recibir al Lugo.

El detalle
Había que mirarse a la cara y durante más de media hora los futbolistas tomaron la palabra. Es habitual que tras cada jornada se repasen los errores, pero en Murcia se volvieron a perder las señas de identidad que pide el míster y se deben recuperar cuanto antes.