Los cambios cerraron caminos al ataque
Para romper la cerrada defensa rival el Almería hubiera necesitado un volante

Una jugada del partido.
Afirma el dicho popular que no por madrugar amanece más temprano, aplicado al fútbol se traduce que no por jugar con más atacantes se tiene más facilidad para hacer gol. El pasado domingo, con el marcador en contra y el enemigo en inferioridad, Néstor Goro hubiera necesitado sustituir a Fatau por un volante de talento, capaz de taladrar el muro de contención rival filtrando balones a la espalda de los defensores que dejaran en ventaja a sus compañeros del ataque. Como no tenía en el futbolista ese futbolista, ni posiblemente en la plantilla, optó por jugar con dos delanteros, Quique y Uche, retrasando la posición de Soriano. Luego sacó del partido a Quique para que Chuli fuera la pareja del nigeriano y finalmente dio entrada en el equipo a Pozo por Soriano buscando que éste futbolista pusiera su calidad al servicio de sus compañeros de ataque. El invento no funcionó demasiado bien. La presencia masiva de jugadores de uno y otro bando en las inmediaciones del área del Córdoba, donde se jugó la mayor parte del segundo periodo, produjeron un atasco que los almerienses no supieron resolver y que acabó por pasarle factura en forma de derrota.
La presencia de Kalu Uche cuando salió a calentar como cuando saltó al terreno de juego fue acogida con entusiasmo por la grada. Mostró detalles de que puede mejorar lo que había.