Con la mala noticia de la lesión de Fran Vélez, el Almería saltaba al Anexo. Eran las once y diez de la mañana y, después de ver vídeos con el cuerpo técnico, los jugadores reanudaron el trabajo tras la jornada de descanso del martes. Joan Carrillo insistió en “mejorar los pequeños detalles”, y en la presión al contrario. En uno de los ejercicios, el míster catalán pidió mucha intensidad a los futbolistas para hacerlo lo más real posible.

Ante las ausencias, sobre todo en defensa, volvió a subir Josema Sánchez, del Almería B, para entrenar con el primer equipo. Para finalizar la sesión matinal, en la que participó como uno más en varias fases Toni Gil, preparador físico, se disputó una competición de partidillos en espacios reducidos.

Durante más de horas el equipo trabajó entre sala de vídeo y Anexo. Por la tarde, a puerta cerrada, ensayarán en secreto con la mirada puesta en el Alcorcón.