Santa Bárbara bendita
Ahora se acordará el presidente del Almería de no haber firmado a otro Corona

Santa Bárbara bendita nos ayude sin el Mago Corona.
Los equipos pueden cambiar jugadores y perder partidos pero nunca la identidad y el alma. Cada club tiene su filosofía y son conocidos en el panorama nacional y hasta mundial por sus jugadores referencia.
En el Almería llevamos diez años con Corona como alma, corazón y vida. Nadie se ha planteado que le llegaba la retirada y menos aún que se planteara salir de la entidad. Tengo la sensación que nos ha pillado en calzoncillos a todos la marcha de un futbolista que siempre aportó.
Alfonso García debió conseguir en el mercado a otro Corona o fabricarlo en su cantera. Hemos perdido a Ortiz Bernal, a Francisco y ahora a Corona. Siempre nos quedará Soriano, siempre.
El presidente como toda Almería sabe bien que Corona tenía partidos buenos y malos pero era Corona. Nadie como él para tender la mano a los que llegaban a un vestuario que él hizo mejor.
Corona ha sido el pararayos en la derrota y el conductor del autobús del ascenso.
Corona ha ido cada año a llevar juguetes a los niños de Torrecárdenas y a los colegios.
Corona aparece en todo acto social que se le reclama.
Corona es el amigo de Luis Rogelio, Luis Columna, Borbalán, Alfonso García, Emery, Lillo, JIM o Sergi.
Corona llamaba a mi hija María en su cumpleaños y la hacía la más feliz del mundo.
Corona es lo que decimos por esta tierra: una bella persona.
Pero no tenemos otro y nos vamos a acordar como de santa Bárbara bendita cuado truena.
No se si ganaremos algo con su marcha pero tengo claro que perdemos mucho.
Alfonso, como todos nosotros, no quería un Almería sin Corona.