El dinero lo es casi todo en el mundo. Thievy Bifouma no suele dejar indiferente a nadie en las ruedas de prensa, y expresó su malestar por la sanción que FIFA y RFEF querían imponerle por una deuda con su exrepresentante. El delantero congoleño cree que todo va a quedar en anécdota, aunque hubo momentos en los que pensó que estaría un mes sin poder competir: “Me pilló por sorpresa. No creo que haya más problemas y podré jugar contra el Levante. Confío en mis abogados y todo se arreglará para no perjudicar al club y a mí mismo”.

Cuando la RFEF comunica al Almería que Thievy está sancionado, el jugador se pone en contacto con el club para que le expliquen el por qué de la decisión. Y fue entonces cuando Thievy habló con el corazón: “No entendía nada. Eran palabras técnicas de la Federación Española y me lo tuvieron que explicar. En este mundo, que todos conocemos, muchas cosas se solucionan pagando”.

El problema
La denuncia de su antigua agencia de representación, Flasforward, desencadenó una serie de despropósitos en contra del futbolista. Viajó a Bilbao pendiente de la cautelar, que finalmente obtuvo, pero le sorprendió quedarse en el banquillo: “Con todo el respeto a mis compañeros, yo quiero jugar siempre y no esperaba ser suplente. Venía de una semana muy dura porque me querían sancionar”. Al margen de lo deportivo, Thievy llamó a Dinorah Santa Ana, su antigua agente: “Me puse en contacto con mi exrepresentante y lo arreglamos todo hablando y mediante papeles”.

Sonido SER: Thievy Bifouma, jugador del Almería.