Lo que está viviendo Juan Ignacio Martínez con sus muchachos es algo que no es nuevo. Lo que Francisco llamaba “salir al 200 por cien” ahora se llama “salir intensos para no ser vulnerables”. Es algo que va dentro del ADN del Almería, una enfermedad hereditaria que deberán de curar todos a base de vídeo y táctica.

Uno en la Liga de las Estrellas debe de enchufarse nada más pisar el Estadio. Son tantas cosas las que hay en juego que no queda tiempo de relajación. Un club como el Almería que da de comer a mucha gente exige el másximo de todos. No se pueden dormir ni un instante.

Vamos a entrar en los partidos clave de la temporada y en ellos está la salvación. Ahora si que se deben de aplicar y dejarse el alma. Se juegan ellos y toda la entidad prestigio deportivo y mucho dinero. Nadie como Juan Ignacio para tranasmitirles entre vídeos de chiste esos otros vídeos que delatan errores de concentración y primeras partes sin estar enchufados.

Cuando el Almería se desconecta el rival lo mata. Cuando en Primera te ven arrodillado pasan por encima. No vale que Michel arreglara en Córdoba un grave problema porque estas cosas pasan una vez.

Hay buenos futbolistas para poder aguantar los 94 minutos a pleno rendimiento. No lo olviden, 94, que fue lo que duró aquel último Almería-Depor del 2011 cuando Aranzubía hizo historia en esta ciudad para la Liga marcando el primer gol de un portero en jugada.

Juan Ignacio ahora tiene que ser el motivador y desde la banda gritar y gritar. Desde la banda corregir y mejorar las prestaciones de un Almería que siendo limitado no se puede permitir ni un respiro.

Los vídeos dejan claro que el Almería se desenchufa, se desconecta peligrosamente en los partidos y esto se paga con puntos. Y no me digan que en el Calderón mejoraron en la segunda mitad porque pasó como en Córdoba que con poco que hicieran ganarían ya que le dejaron con vida. Lo del dominio de Madrid sabe JIM que el Atléti estaba pensando en Europa y les dejó hacer.