Cuando se cerró el mercado con Hemed y Thievy firmados y la cesión de Thomas todos teníamos claro un salto de calidad en la plantilla. Un plus para no repetir la Liga de los Milagros a la que parece abocado este club.

Uno ve a otros equipos de nuestro perfil y no son tan parecidos siendo osados en los partidos y apuntando alto sin mirar si sus jugadores valen 5 o valen 10. Creo que me entienden lo que les quiero exponer y si lo prefieren se lo explico.

Dice Francisco que para el Almería cada partido de Primera División es una final y “quedando tres detrás estamos bien”. Tiene razón pero esto es de mal estudiante ya que si puedes subir nota por qué te quedas en el aprobado raspado.

Tengo la sensación que hay conformismo. Una aceptación de que somos pobres que me preocupa. Un talante de aceptar la condición que nos puede costar cara. No entiendo lo que sucede porque el Almería no es el Escalerillas CF.

Me gustaría que el equipo se marcara retos mayores a la permanencia y peleara de tu a tu con los rivales aunque nos pinten la cara en determinados partidos. Hay que ser valiente y osados pero... ahora que se acerca el equipo al descenso la palabra es tranquilidad en el entorno, ¿qué tranquilidad señores?.

Me da que a Francisco le piden la permanencia y a por ella vamos. Y lo peor de todo es que creen en el ¡Milagro! como si esto pasara todas las temporadas.

No lo entiendo. No somos tan malos. No lo entiendo: tenemos una buena plantilla. No lo entiendo: Francisco es muy listo.

Bueno, si cada equipo tiene una filosofía me da la sensación que nos estamos equivocando aceptando ser pobres de oferta cuando otros más pobres viven mejor.

Nos sigue faltando una pieza ¿cual? esto me preocupa más que la forma de jugar.