Onofre Díaz llegó al Almería actual tras su paso por el Poli. Tanto en el club de pantalón azul primero como en el de pantalón blanco después: la cantera ha sido lo suyo.

Siempre atento y cercano a sus niños. Siempre con el entrenador de turno y ayudando a que nada le falte a sus cachorros. Por los años de consejero de Onofre Díaz han pasado perlas que no cuajaron y otros que hicieron carrera y le llaman.

Todos le recuerdan como a él más le gusta: como amigo antes que consejero. Siempre echando una mano y dando la bienvenida a los que aterrizan llenos de ilusión.

Cuando la cantera era antes una misión imposible con el primer equipo trabajando en los campos de prestado siempre teníamos a Onofre echando una mano y buscando un recinto para que trabajasen sus niños de prestado.

Hoy todo es más fácil para él y para ellos ya que las infraestructuras son mejores y no necesita tocar a la puerta de otros clubes para que sus niños trabajen en las mejores condiciones.

Tenemos Onofre para rato porque no ha perdido el brillo de sus ojos cuando cada temporada recibe a los jugadores como consejero de cantera, tan feliz como ellos y con tanta ilusión como aquel primer día de directivo primero y consejero después.