Una tremenda caída en el descenso del Petit Ballon, a 95 kilómetros de la meta, provocó el abandono de Alberto Contador 18 km después, en la bajada del Platzerwasel. El madrileño intentó seguir en carrera tras recibir atención médica, con el maillot y el culotte rasgados y con una importante herida vendada en su rodilla derecha. Sin embargo, ya se vio en la ascensión del Platzerwasel que perdía la rueda de sus compañeros y que Greipel, un velocista, subía al mismo ritmo que le marcaban en el Tinkoff. Antes de bajarse de la bici, Contador agradeció a Rogers su dedicación. También le acompañaron Bennati, Morkov o Roche en su esfuerzo por seguir adelante, en balde.

Jesús Hernández, escudero y amigo de Contador (quien también debió retirarse con un traumatismo craneal en la sexta jornada), indicó en la SER que la doctora del Tour, Florence Pommerie, quiso que su jefe echara pie a tierra: “El estropicio de la rodilla parecía bastante grave”. Jacinto Vidarte, el responsable de comunicación en el Tinkoff, amplió la información: “Alberto se encontraba hecho polvo. Ha cogido una piedra o un bache cuando rodaba a unos 80 km/h. Apenas podía pegar pedales”.

Con los abandonos de Andy Schleck, Chris Froome y Alberto Contador, no queda ningún campeón de la Grande Boucle en la presente edición.