Mané dice las cosas claras. El lateral dio la cara después del partido atendiendo al Carrusel Deportivo, donde analizó la dolorosa derrota encajada por el Almería frente a Osasuna. Un primer tiempo apático, sin ritmo y sin garra en Primera te pasa factura, como así destacó el tarifeño en zona mixta: “Hemos perdido una batalla, pero hay opciones de ganar la guerra. Jugábamos ante un rival directo y fallamos cuando no se podía”.
Aquellas buenas sensaciones contra Real Sociedad y Valencia, cuando el Almería fue capaz de revertir la situación, no siempre se pueden repetir. Osasuna anduvo más listo en los primeros minuto y acabó llevándose tres puntos importantísimos del Mediterráneo: “Es difícil estar continuamente levantando partidos imposibles. Remontar en Primera no pasa todos los días. No estuvimos a la altura en el primer tiempo, porque faltó intensidad y movilidad. Encima, nos encontramos con los dos goles”.

Mordiente Era lo que Verza, entre otros, pedía durante la semana para el encuentro con Osasuna. Al Almería no solo le faltó mordiente, sino intensidad para sentirse superior al rival. Mané comentaba que no supieron leer lo que requería el partido y se vieron superados:  “No salimos con esa intensidad y ganas de morder a un partido en el que nos jugábamos la vida. Lo intentamos en la segunda mitad, pero ya era demasiado tarde”.

Grada Los aficionados que gritaban “sí se puede” cuando Fernando Soriano marcó el 1-2, veían que pasaban los minutos y las ocasiones claras no llegaban. Al término del choque, algún tímido silbido y todos a casa resignados tras la derrota. Mané se encargó de levantar la moral de la tropa a través de las ondas: “Tanto la afición como nosotros esperamos revertir la situación. Es un momento para reflexionar, pero todavía la guerra no está perdida”.

Sensaciones Los futbolistas no se esperan un palo tan grande como el del pasado viernes. Mané reconocía que la moral de los jugadores estaba muy baja, aunque advierte de que no queda tiempo para lamentarse, sino de continuar en la pelea por la permanencia: “El vestuario está tocado. Todo el mundo lo ha pasado mal después de un choque en el que teníamos esperanzas de ganar”.
Mané, titular desde que se lesionó Dubarbier, habla con el corazón de lo que pasó ante Osasuna. La falta de intensidad, una vez más, terminó condenando al Almería.