No es fácil destacar a un jugador en un equipo que ha funcionado como una máquina perfectamente engrasada, que ha confiado siempre en su trabajo y que al final ha recogido el fruto a los méritos contraídos en forma de victoria. Una victoria de las que tiene eco y por la que muy poca gente daba un duro.

La jugada El partido estaba completamente trabado y donde quería el Almería. Los de Francisco eran conscientes de que si llegaban al tramo final del choque vivos y el líder no tenía el encuentro de cara, la necesidad de sumar los tres puntos de los madrileños podía jugar a favor de sus intereses. Y así fue.
Con el Atlético volcado sobre el campo almeriense se produjo una buena salida de balón de la retaguardia rojiblanca que recogió Aleix Vidal en campo rival.
El exterior zurdo se lanzó como una bala hacia el área contraria, sorteó a cuantos contrarios le salieron al paso, puso en pie a los once mil espectadores que acudieron al Estadio y encaró a Aranzubía. Templó, miró y mandó el balón fuera del alcance del meta rival, pero éste se estrelló en el interior del palo derecho del cancerbero visitante, se paseó por encima de la línea de meta, se estrelló en el palo contrario y no tomó la dirección de la red, sino la contraria. Decepción por el desenlace de la jugada pero satisfacción por la belleza y el mérito de la misma fue el sentimiento que Aleix trasmitió.

Espectacular No fue gol, pero esta acción llevó a los corazones de los jugadores rojiblancos y de la hinchada local que el Almería podía superar a la zaga rival y que el empate era bueno, pero sin renunciar a algo más. En definitiva fue como si con esta acción Aleix Vidal hubiera tocado zafarrancho de combate tanto en el terreno de juego como en la grada. Había aparecido una buen vía de penetración hacia la portería del Atco. y había que explotarla. Fue el mismo Aleix el que primero repitió, pero en esta oportunidad el portero les desvió el disparo a córner. Era el 79 de partido y el primer saque de esquina que se lanzaba en el encuentro. Y bien que lo aprovechó el Almería, ya que Verza, desde muy cerca de la lateral del área abrió el marcador y el camino de la victoria de su equipo. Inasequible al desaliento e incombustible en el sacrificio, Aleix completó un gran encuentro ayudando a su lateral en labores de contención. Juanfran y Manquillo sufrieron las consecuencias de este trabajo.