La mañana comenzó con la presencia de Alfonso García en el vestuario para animar a la plantilla en estos momentos complicados. A las once menos diez, los futbolistas accedían al campo donde pasarían las próximas horas entrenando a máxima intensidad. En una de las esquinas, el presidente seguía con atención, mientras hablaba con Alberto Benito, el trabajo de sus hombres. Además, el consejero rojiblanco, Pepe Bonillo, también quiso estar con el grupo para levantarle la moral. Fue la imagen del día en el Estadio, ya que no es muy habitual ver a Alfonso durante la semana en el recinto, pero ayer lo hizo para apoyar al vestuario y al entrenador, Francisco.

Moral Las caras de los jugadores reflejan la ausencia de victorias. Poco a poco el equipo se fue animando, así como aumentaba la intensidad del entreno. Para comenzar, realizaron circuitos físicos por todo el campo. Mientras, Francisco meditaba en la hierba antes de pasar a la acción. Se disputó un partidillo, no con las porterías habituales, en el que se produjo un pequeño encontronazo entre Christian y Rafita tras una jugada. Como capitán, Miguel Ángel Corona, quitó hierro al asunto: “Esto pasa mil veces y no se le da importancia. Ellos se gastan muchas bromas entre ellos y todo está arreglado”.

Reacción Tras la charla con Alfonso en el vestuario, que duró aproximadamente unos 20 minutos, la plantilla despidió con aplausos al máximo mandatario rojiblanco y se dispuso a entrenar. Se tomaron al pie de la letra las palabras de ánimo y realizaron una sesión de la que Francisco, su cuerpo técnico, el presidente y los jugadores, pueden sentirse orgullosos.