Entre los salvadores habituales y un emergente de Segunda División. El presidente del Almería debate consigo mismo qué hacer con el banquillo. Mantener a Francisco con todas las consecuencias o ponerse a la moda de los Abel Resino, Manzano, Manolo Jiménez... sin descartar a los emergentes Rubí, Carreras o Bordalás.
El presidente es el primero que sabe de las dificultades de la Primera División pero ni la categoría es tan fuerte ni el equipo tan malo. Se conforma con “competir en todos los partidos dando el máximo y aguantar las segundas partes, me dicen que físicamente están bien pero no lo veo”.
Sea Francisco o sea su recambio el Almería deberá plantar cara a todos los rivales y si tiene que bajar de categoría lo hará compitiendo. La decisión es complicada y no será fácil ya que implicará una nueva aportación económica que nada te garantiza.
El móvil de Alfonso García echa humo. Solo él tiene la decisión final. Es su hora.