Equipo y afición, de la mano para alcanzar juntos el tercer ascenso
Equipo y afición, de la mano para alcanzar juntos el tercer ascenso
Lo más importante muchas veces no es llegar a la meta, es disfrutar del camino y aprender de él todo lo que esté dispuesto a ofrecerte. Pero en otras ocasiones ocurre lo contrario que no importa tanto el camino sino el alcanzar el objetivo.
Cuando iba de aquí para allá, sin llegar a ningún sitio, estaba cansado de ti, camino; pero ahora que me llevas a todas partes me siento tu enamorado.”
Es frase es de Rabindranath Tagore del libro “Stray Birds” (pájaros perdidos) en su verso 141 y viene como anillo al dedo para ver con claridad que ‘ahora que el camino nos lleva directamente a Primera’ no es momento de pararse en contemplar el paisaje, si la vía escogida es la adecuada o si el rival transita por una ruta más bella. Para nada estamos en una etapa de la vida del Almería en la que sea importante disfrutar del camino, aunque siendo así siempre será mejor, sino ganar, entregarse a la lucha en cuerpo y alma y conquistar el Olimpo del fútbol nacional.
Llegado un momento como el actual soy de los convencidos de que para que un equipo funcione en circunstancias extremas la buena armonía, la cordialidad y la unión entre sus miembros es imprescindible. No me refiero sólo a los jugadores, sino a toda la gente que estamos alrededor y en el entorno del equipo; y de un modo muy especial a las catorce mil almas que, con toda seguridad, el próximo sábado a las ocho de la tarde llenarán el coliseo almeriense.
Desde esta columna y en este instante vital para el futuro de un club que desde su creación ha enseñoreado el nombre de Almería por el suelo patrio, me creo legitimado a pedir que el próximo sábado la hinchada rojiblanca se impregne de almeriensismo antes de dirigirse al Estadio, que no mire si su equipo juega mejor o no que el rival, sino que busque ayudarlo en los momentos felices y en las penas, para que a las diez de la noche toda la provincia esté de fiesta celebrando el ascenso de la UD Almería.
Con las gargantas afinadas, el espíritu indomable e inasequible al aliento y las manos dispuestas a no parar de aplaudir desde el primer minuto, la gente de Almería tiene que ofrecer un ejemplo imborrable y ayudar a escribir otra brillante página de su historia deportiva.