Se han hecho muchas preguntas y muchos análisis. Pero no es fácil encontrar una explicación unánime para el fracaso de la selección española en la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014™. El tiempo dará la perspectiva que el dolor de la situación ofusca.

Santi Cazorla ha formado parte de este grupo desde que en 2008, Luis Aragonés lo incorporó en la lista de la Eurocopa. Fue una sorpresa en la convocatoria y, a la postre, una revelación en el torneo en el que arrancó el sueño. Ha sido una de las piezas habituales del engranaje de la Roja en todo este período de éxitos, aunque se perdió el Mundial de Sudáfrica por lesión.

Ha saboreado las mieles del éxito. Ahora, con un papel menos protagonista (tan solo disputó los últimos 15 minutos ante Chile) le toca el amargo. “Debemos estar unidos. Apoyarnos en lo bueno y en lo malo. Estamos comprometidos y queremos mejorar. Lo demostramos en los entrenamientos. Seguimos trabajando muy duro”, defiende ante los micrófonos de FIFA.

“El grupo es muy fuerte. Nos enfrentamos a momentos muy duros y difíciles porque estábamos muy motivados y creíamos que podríamos darle a nuestra afición una gran alegría. Desafortunadamente las cosas no salieron como queríamos porque en fútbol puede pasar cualquier cosa”, continúa.

El volante de 29 años, siempre risueño, muestra ahora un rostro más serio. Echa la vista atrás y analiza. “Desde hace dos años las cosas empezaron a cambiar. Nuestros rivales consiguen hacernos mucho daño. Ahora, conocen muy bien nuestro estilo, y han perdido el miedo. Son más agresivos en su juego y nos presionan mucho. Sabemos que será más difícil a partir de ahora, y que tenemos que estar a tope para enfrentarnos a esto”.

Mirar hacia delante
Aunque ya han sido fulminadas las esperanzas de ampliar su reinado mundial, todavía queda un compromiso por cumplir en Brasil. Jugar el último partido del Grupo B ante Australia, también eliminada. Para aliviar el maltrecho honor…

“Creo que es un partido muy importante. Y tenemos que ser profesionales para enfrentarlo. Debemos olvidar lo anterior. Haber quedado eliminados es terrible. Pero ha sido y es un honor poder jugar con la selección española”, dice el jugador del Arsenal.

“Hay que mirar hacia adelante y cerrar esta experiencia de la mejora manera posible. Defendiendo el honor de nuestro país. Australia es el primer paso para reconstruir nuestro futuro: no podemos relajarnos”, afirma determinado. “Hay un futuro prometedor para España”, avisa.

Y añade un último comentario. Ante las dura críticas que están recibiendo, recuerda: “Mis compañeros son jugadores únicos, han hecho historia para España, ayudando al país a lograr lo que nunca se había conseguido. Merecen un lugar de honor. Y tenemos que estarles muy agradecidos por su gran trabajo. Son jugadores formidables, pero además personas increíbles”.

“Queremos volver a ser campeones del mundo. Esta vez no hemos estado a la altura, pero eso no arruina todo lo conseguido anteriormente. Somos el único equipo que ha ganado Euro-Mundial-Euro consecutivamente. Algo muy difícil. Esperamos volver a repetir estos resultados algún día”, concluye.