Los seguidores de Holanda fueron mayoría en Salvador de Bahía en un Estadio que tuvo excesivas medidas de  seguridad antes de acceder y una vez dentro del recinto deportivo. Brasil tiene órdenes de la FIFA de extremar la seguridad y lo sufrieron por igual los seguidores de Holanda y los de España que se siguen llevando fenomenal pese a las heridas abiertas en el Mundial del 2010 con aquel gol de Iniesta.
El Estadio no cubrió el aforo en su totalidad, algo que también ocurrió en los partidos correspondientes a la primera fase en Sudáfrica. Los registros en las dos primeras jornadas invitan al optimismo pero sin superar por ahora la anterior cita.

En la grada se vivieron momentos de emoción recordando el último partido con el que se puso punto y final a un sueño para España mientras que a una Holanda vestida de azul le quedaba el reto de cambiar su negra historia. Bares cerrados en el Estadio, algunas zonas sin terminar y mil anécdotas de las que iban tomando nota unos miembros de la FIFA inflexibles en el tema de seguridad.

Como ha sido común a lo largo de la historia los aficionados de Holanda estuvieron deportivos y sobresalientes con su equipo mientras que los españoles no más de 3.000 se repartían por todos los lugares del Estadio y se dejaron notar en el gol de Xabi Alonso conseguido de penalti.

El caos que ha vivido Brasil para llegar a tiempo a nivel de infraestructuras no se dejó notar en el primer partido de La Roja y sus aficionados pese al excesivo control dieron un aprobado. Holanda ganó en el terreno de juego y goleó en la grada con su afición.