Con la misma emoción que el primero pero cada año mejor. El Memorial Cholo ha dado un salto de calidad gracias a la presencia en el ‘Circuito Miguel Ángel Pérez Gómez’, de las jóvenes promesas de Almería que hicieron las delicias de los aficionados en una carrera donde ha quedado demostrado que Almería tiene mucho que decir en el motocross.
No ha sido fácil montar esta fiesta del motor pero contando con la colaboración de la Federación Almeriense,  con su delegado José Luis Alonso Molina a la cabeza, todo se hizo más fácil.

La gran novedad

El Memorial Cholo volvía a contar con la presencia de las autoridades huercaleñas con el incombustible, Juan Ibáñez, a la cabeza, acompañando al alcalde, Ismael Torres, para que pronunciara la tradicional bienvenida a pilotos y aficionados, para luego abrir gas al cielo por el piloto huercaleño que se fue. Ricardo Céspedes apostó por el máximo exponente del motocros almeriense, José Luis Alonso Molina, que además de delegado provincial es el presidente del Colegio de Árbitros de Almería. Alonso se llevó lo mejor que tiene “a mis jóvenes pilotos para que disfruten de la jornada”, y fue un gran acierto ya que los aficionados pudieron comprobar que hay una buena cantera.
Ver en acción a los infantiles fue lo más sobresaliente de una jornada donde volvía a quedar de manifiesto que el circuito es ideal tanto para los pilotos como para unos aficionados que lo pueden ver sin moverse de su lugar ya que el diseño les permite ver todo el trazado a la perfección.
Hubo una exhibición acrobática y el tradicional homenaje de los pilotos afines a Cholo abriendo gas al cielo ante la emoción contenida de todos los asistentes.

La otra carrera

Almería es tierra de pilotos y en el Bajo Andarax siempre se mantendrá viva la llama gracias a labor de Miguel Ángel Cholo. Su familia estuvo arropada por las autoridades huercaleñas, por los amigos, y esta vez por los federativos almerienses que llegan para quedarse en un evento deportivo que mantiene su pulso con la emoción y el recuerdo. 
La familia de Cholo no faltó a la cita y los aficionados volvían a cubrir el aforo recordando al piloto que se fue de la forma que tanto le gustaba. Nada le devolverá la vida pero sus amigos se sienten liberados de la tristeza haciendo lo que tanto quería el piloto.
Los hijos de Cholo se están haciendo grandes y la moto de papá no falta a la cita porque en casa todo sigue igual. 
Este ha sido un Memorial distinto pero con la misma emoción del primero.