“Su paquete está retenido. Debe gestionarlo inmediatamente o perderá su pedido”. Mensajes como este, que llegan a correos electrónicos y SMS durante la Navidad, son más que simples alertas: son trampas diseñadas para provocar reacciones impulsivas. La ingeniería social, explican desde la Policía Nacional, busca que los usuarios actúen sin comprobar la información, facilitando el robo de datos personales y bancarios.

Durante las fiestas, cuando las compras online se disparan y los envíos se multiplican, los almerienses se convierten en un blanco fácil. Correos que suplantan empresas de mensajería, SMS que parecen provenir de compañías conocidas y enlaces a páginas web fraudulentas son estrategias habituales. Todo está pensado para crear sensación de urgencia, presión y miedo, provocando errores que pueden costar cientos de euros.

Estos mensajes apelan a la rapidez y a la necesidad de actuar sin pensar. Incluso los usuarios más experimentados pueden caer en la trampa.

Enlaces que llevan a la perdición económica

El modus operandi es claro: phishing cuando se usa correo electrónico y smishing cuando se usan SMS. Los textos suelen informar de problemas en la entrega de paquetes, incidencias en aduanas o gestiones pendientes.

Los enlaces incluidos llevan a páginas que imitan perfectamente a empresas legítimas, con logos, colores corporativos y estructuras similares. El objetivo es que la víctima introduzca información personal o bancaria que luego se usa para fraudes económicos o suplantación de identidad.

En España, el 33% de los usuarios ha sufrido phishing, el 32% estafas telefónicas y el 28% por WhatsApp. En Almería, la tendencia no difiere: los ciberdelincuentes aprovechan la alta actividad de compras online y la falta de precaución ante mensajes urgentes.

El impacto económico es tangible. Según los últimos estudios realizados Entre el 30,9% de los almerienses encuestados, los gastos mensuales en estas estafas oscilan entre 50 y 200 euros; un 25,7% se sitúa en la franja de 10 a 50 euros, mientras que un 5,7% destina entre 200 y 500 euros al mes. Un pequeño pero significativo grupo, el 3,9%, supera los 500 euros mensuales.

La víctima no es solo la abuela o el abuelo

En Almería, las víctimas de las estafas navideñas no son solo personas mayores, aunque sí representan un grupo especialmente vulnerable. También hay ciudadanos habituados al uso de herramientas digitales, que combinan su actividad online con obligaciones económicas legales. Son personas atrapadas entre la tentación de un clic y la presión de pagos que parecen inevitables, navegando cada día en un terreno donde la rutina financiera y los riesgos digitales se cruzan.

Durante las semanas previas a la Navidad, se convierte en un comprador habitual online, revisando ofertas en marketplaces, pagando con tarjeta de crédito o mediante aplicaciones digitales, siempre atento a que sus regalos lleguen a tiempo.

Sin embargo, esa misma destreza digital se convierte en un riesgo: confía en la apariencia de los correos electrónicos y mensajes SMS, sin sospechar que detrás de ellos se esconden estafadores expertos en ingeniería social.

La exposición varía según la generación. Los millennials y la Generación X son los más vulnerables, acostumbrados a usar plataformas de pago y comprar en línea de manera frecuente; su actividad digital los coloca directamente en la diana de los ciberdelincuentes.

Los Baby Boomers, en cambio, se mueven con más cautela: compran menos por internet, utilizan métodos tradicionales como efectivo o transferencias, y por eso su riesgo de fraude digital es menor.

La Generación Z, pese a ser muy activa en el mundo online, concentra sus gastos en microtransacciones y servicios digitales de bajo valor, lo que explica que su impacto económico en estas estadísticas sea más limitado.

Expertos señalan que en la rutina de la 'estafa normalizada' se encuentran cargos bancarios, préstamos y suscripciones que se renuevan automáticamente, y que, aunque legales, generan frustración y tensión en los presupuestos familiares.

Recomendaciones de la policía

La Policía Nacional recuerda a la ciudadanía una serie de pautas básicas para evitar ser víctima de este tipo de estafas: Pararse un segundo antes de actuar y desconfiar de mensajes inesperados relacionados con envíos.

No pinchar en enlaces incluidos en correos electrónicos o SMS que soliciten gestiones urgentes.

Comprobar cuidadosamente la URL de la página a la que seaccede, prestando atención a dominios extraños o errores ortográficos.

Acceder siempre a las páginas oficiales escribiendo directamente la dirección web en el navegador. Desconfiar de mensajes impersonales que no incluyan datos concretos del pedido o del destinatario.

No facilitar nunca datos personales o bancarios si existen dudas sobre la autenticidad del mensaje. En caso de haber facilitado información sensible o realizado algún pago, se recomienda contactar de inmediato con la entidad bancaria y denunciar los hechos.