Acercarse a la calle Mirasol, en la barriada de San Agustín (El Ejido), es recorrer una vía de unos 300 metros, con una veintena de viviendas alineadas en uno de sus lados, habitadas en su mayoría por vecinos que se conocen desde hace años. En el lado opuesto se levanta una nave hortofrutícola, cuya rutina diaria solo se altera con la entrada y salida de vehículos de trabajadores, residentes y familiares que aparcan en una orilla de la calle.

Ese fue el escenario donde se halló el cuerpo de Antonio Campos, dentro del maletero de un coche aparcado en Mirasol. Al lado de la cooperativa, una parcela en obras, con un gran socavón, montículos de tierra, piedras y una excavadora solitaria, completaba el paisaje. Un lugar que podría parecer idóneo para ocultar un cadáver, salvo por un detalle: no es fácil pasar inadvertido. Una multiplicidad de ojos vigilan la zona y registran cada movimiento.

Basta una mirada a la fachada de la nave para contar casi una decena de cámaras de vigilancia orientadas hacia la calle Mirasol. Cualquier movimiento registrado entre la noche del sábado —cuando los vecinos aseguran que llegó el Volkswagen Passat blanco de Antonio Campos, en cuyo maletero apareció su cuerpo— y la tarde del domingo, cuando fue localizado por las autoridades, quedó grabado en esos dispositivos.

Por este motivo, la Guardia Civil ha recopilado las imágenes de las cámaras de la alhóndiga junto a la que estaba estacionado el vehículo, así como de otras que podrían haber captado el recorrido previo hasta el lugar.

Cámaras a la entrada y a la salida

La barriada de San Agustín está cubierta por numerosos dispositivos de videovigilancia. No solo por la concentración de empresas agrícolas y logísticas con sede en la zona, sino también por las propias cámaras municipales del Ayuntamiento de El Ejido que se encuentran a la entrada y salida de San Agustín. A menos de kilómetro y medio, junto a la gasolinera que da acceso al núcleo urbano, hay varios de estos equipos.

En dirección contraria, a 1,2 kilómetros, los vecinos señalan la presencia de cámaras en las instalaciones de la empresa El Plantel. No muy lejos de allí, la alhóndiga Costa de Almería dispone de sus propios sistemas de vigilancia. Y en la misma zona donde se halló el cuerpo, otra gasolinera también cuenta con cámaras de seguridad.

Por ello, el alcalde de El Ejido, Francisco Góngora, ha anunciado su colaboración con la investigación policial y ha entregado a la Guardia Civil las grabaciones de todos los dispositivos municipales instalados en San Agustín al tiempo que ha expresado su "máxima colaboración".

En una noche en la que los vecinos aseguran no haber visto ni oído nada —salvo la llegada de la Guardia Civil el domingo—, y con la cooperativa cerrada por ser fin de semana, las claves para esclarecer esta muerte parecen estar en los ojos que nunca descansan: las cámaras ancladas en las paredes del municipio, que registran cada movimiento de entrada y salida.