Dos hombres han ingresado en prisión provisional comunicada y sin fianza por su presunta implicación en una violenta agresión ocurrida en la madrugada del pasado 20 de mayo en un parque próximo a un hospital de la capital almeriense. La víctima, un hombre en situación de sinhogarismo, fue atacada con una piedra de grandes dimensiones, múltiples objetos contundentes y patadas, mientras se encontraba cenando en el lugar donde pernocta habitualmente.

La víctima, en situación de sinhogarismo y homosexual, fue abordada por dos individuos que, según el escrito de acusación, consultado por LA VOZ, se aproximaron con el ánimo de “vilipendiar y humillar” al agredido “por su condición sexual y situación de indigencia”. Tras increparlo, le habrían lanzado una piedra de grandes dimensiones que impactó directamente en su cabeza. A continuación, le habrían arrojado diversos chinorros y le habrían propinaron fuertes patadas hasta dejarlo inconsciente.

Durante la agresión, los presuntos autores profirieron insultos como: “¿Cómo no vas a tener nada, hijo de puta? Maricón de mierda, me cago en tus muertos”, según consta en el documento judicial. Finalizada la agresión, los presuntos autores se alejaron del lugar, dejando a la víctima tendida en el suelo.

Prisión provisional y delito de odio

En el momento de la agresión, la víctima se encontraba comiendo un bocadillo que acababa de recibir de miembros de la Cruz Roja. Dormía habitualmente en ese parque. Las lesiones sufridas incluyen fracturas en los arcos costales 7º, 8º y 9º, así como un neumotórax en el pulmón derecho.

Según la investigación, un testigo que presenció la escena fue quien acudió en auxilio del hombre herido, acompañándolo personalmente hasta el hospital. Por estos hechos constan como investigados M.J.H. y S.A.G., quienes fueron detenidos e ingresaron en prisión provisional comunicada y sin fianza el pasado jueves 29 de mayo.

La medida cautelar fue solicitada tanto por el Ministerio Fiscal, con el fin de evitar la posible reiteración delictiva y proteger a la víctima, dado que los presuntos agresores conocen el lugar donde suele pernoctar. Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular, ejercida por el abogado Carlos Ferre, califican los hechos como constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa, con la agravante de aporofobia (odio a personas pobres o en exclusión social), en concurso con un delito de odio. La Fiscalía ha solicitado, además, ahondar en las pruebas médicas con el fin de valorar si las lesiones sufridas pudieron comprometer de forma directa la vida del agredido.