Las puertas del restaurante La Reja de Gádor no reciben clientes en el día de hoy. La entrada permanece sellada por escombros y planchas de madera y metal tras el violento robo que ha dejado al emblemático establecimiento fuera de servicio de forma temporal. Dos carteles colgados en sus ventanas explican con laconismo la situación: "Señores clientes, lamentamos informarles que el establecimiento permanecerá cerrado a causa de un robo".

La madrugada del pasado sábado, una furgoneta se posicionó frente al local para ejecutar un plan que, a ojos de los investigadores, no parece fruto de la improvisación. Con premeditación y alevosía, los asaltantes arrancaron de cuajo las puertas del restaurante, abriendo un enorme boquete en el quicio. Acto seguido, introdujeron medio vehículo en el interior del negocio para cargar a toda prisa con todo lo que tuviera valor.

La Guardia Civil ha confirmado a La Voz que los ladrones sustrajeron tres máquinas tragaperras, que habrían trasladado a otro lugar para extraer su contenido económico. Además, fuentes próximas a la investigación han podido saber que la furgoneta utilizada en el golpe apareció este mismo lunes en el municipio vecino de Alhama.

La oleada de tensión no se detiene en Gádor. Tras el brutal asalto a La Reja, los vecinos denuncian nuevos episodios de violencia en el municipio del Bajo Andarax. “Ayer en el barrio de La Ermita se liaron a tiros”, ha relatado hoy un vecino mientras se informaba de la convocatoria lanzada por el Ayuntamiento para mostrar públicamente la repulsa ante esta preocupante escalada de criminalidad.