Dar el apoyo necesario. Esa es una de las especialidades de Cruz Roja que, en Almería, ayuda con la tarea escolar a 167 niños en cinco localidades de la provincia. Cuarenta y tres de ellos en la sede de la Institución en la capital. Y todo en el marco del proyecto que en 2012 echó a andar bajo el nombre de Promoción del éxito escolar en tiempos de crisis.

Derivados desde los Servicios Sociales o de otros departamentos o programas de Cruz Roja, los niños que reciben apoyo escolar tienen de entre 6 a 16 años y cursan de Primaria a 2º de la ESO. Todos proceden de familias en situación de vulnerabilidad, explica la técnico responsable de este programa integrado en Cruz Roja Juventud. Jacqueline Abad se ha propuesto, de la mano de una veintena de voluntarios, que entre estos pequeños no haya fracaso escolar.

Dos tardes a la semana Dos días a la semana se reúnen en el aula de formación de Cruz Roja Almería (en cada asamblea varía el número de días), donde los voluntarios de Juventud, con una media de  20 años, les ayudan a hacer la tarea, resuelven dudas y también preparan exámenes.

El programa ha tenido una gran acogida entre las familias y Cruz Roja se ha visto obligada a hacer una lista de espera por si hubiera alguna baja o los pequeños salieran del proyecto porque ya superan la edad. Y es que, además del seguimiento escolar que se realiza entre semana, los sábados se realizan durante unas dos  horas actividades lúdicas mediante las que se logra el refuerzo escolar.

“Se educa en valores, se promociona la lectura y se divierten todos juntos”, dice Jacqueline Abad, que ha logrado disponer de un aula específica para este programa y que se va a estrenar en breve. Se trata de un espacio más adecuado y que no tienen que compartir (como vienen haciendo hasta ahora) con otras actividades formativas.
El programa se completa con la entrega de merienda para todos los días de la semana. Aunque los pequeños acuden dos días o uno (según la asamblea local) al programa, los voluntarios les entregan en una bolsa merienda saludable para los siete días de la semana. “Es una forma de liberar a las familias que lo están pasando mal”, dice esta técnico de Cruz Roja, que apunta cómo el seguimiento es individual e incluye, si es necesario, la entrega de gafas, libros especiales o ropa de deporte.