La Ermita de San Antón está en obras, unos trabajos que tienen como principal misión restaurar la parte trasera del edificio y acabar con las humedades que han surgido en el edificio principal a pesar de que ha pasado por rehabilitaciones en 2005 y en 2009, a causa de la existencia de un patio en mal estado así como los muros exteriores traseros que no se habían arreglado y que también colaboraban a generar humedades.
Así, la intención de los trabajos, según explica el vicario general de la diócesis y párroco de San Juan y San Antón,  Tomás Cano, pasan por “arreglar el pasaje de San Antón arreglando todo el muro con ladrillo nuevo y con mortero”.

Exterior Además, se ha adecentado el muro trasero de la ermita, abriendo una puerta en él y eliminando dos grandes grietas. A lo que se le suma la restauración de la torre “manteniendo en todo momento la estructura e imagen que siempre ha tenido y que he querido respetar”.

Además de la rehabilitación exterior y la eliminación de humedades en la nave del templo, también se va a proceder a eliminar el patio que erradicaría el problema.

Así, la intención es generar en la parte baja un almacén pequeño para que Cáritas pueda almacenar alimentos y ropa que “actualmente tiene  en la casa parroquial porque no tenemos apenas sitio”, y además, se le dará en la parte alta un espacio digno para Cáritas donde poder no solo atender a los que acuden, sino “dialogar, acompañar y ayudarles con otros programas”.

En la parte interior de la ermita, se volverá a pintar eliminadas las humedades, se pondrán nuevas luces, se adecentará la sacristía e incluso se comprará nueva ropa para el sacerdote.

Pero sin duda lo más llamativo será la colocación de un Via Crucis, posiblemente de la postguerra, y que “parece ser que antes estaba ubicado en la iglesia del Sagrado Corazón”. Además, se colocará en el templo una Virgen del Carmen y un Sagrado Corazón que no se encuentran colocado pero que son propiedad de la parroquia.