Más de un millar de aspirantes realizaron ayer en la Universidad de Almería (UAL) las primeras pruebas de las oposiciones de acceso a los cuerpos de profesores de Enseñanza Secundaria y de Música y Artes Escénicas. A la misma hora, en el resto de las provincias de andaluzas, entre las ocho de la mañana y la una y media de la tarde, otros ocho mil opositores también se examinaban para tratar de lograr una “plaza fija” como profesor en el sistema de educación pública de la Junta de Andalucía.
Los nervios y la tensión eran la nota común entre los 1.300 aspirantes que se presentaron ayer domingo a las pruebas a la hora de entrar en los distintos aularios de la universidad. “Son muy pocas plazas. Tan pocas que terminas por desmotivarte”, señalaba uno de los opositores a LA VOZ.
En total 9.500 opositores para 250 plazas; o lo que es  lo mismo, una media de 38 opositores por cada plaza.

Reposición Este año la Consejería de Educación, Cultura y Deporte ha convocado 250 plazas, 220 corresponden a Secundaria y se reparten entre Lengua Castellana y Literatura, Geografía e Historia, Matemáticas e Inglés, con 55 para cada especialidad. Los 30 restantes se destinan a profesores de Música y Artes Escénicas, con 15 para Fundamentos de Composición y 15 para Lenguaje Musical. La oferta de plazas convocadas supone la estricta aplicación de la tasa límite de reposición del 10% de las vacantes, que el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha fijado por tercer año consecutivo. 
 
Tribunal A las ocho de la mañana los opositores  se presentaron ante el tribunal asignado donde fueron informados sobre el desarrollo del proceso selectivo y entregaron sus programaciones didácticas, así como los méritos a valorar en la posterior fase de concurso.  Durante la mañana realizaron dos exámenes de carácter eliminatorio, en los que se tendrán en cuenta los conocimientos específicos de la especialidad, la aptitud pedagógica y el dominio de las técnicas para el ejercicio docente. La primera de estas pruebas constó de dos partes que serán valoradas conjuntamente: una práctica para comprobar la formación científica y el dominio de habilidades técnicas del candidato, y otra teórica consistente en el desarrollo escrito de un tema elegido por el aspirante, de entre un número extraído al azar por el tribunal.

Esperanzas Muchos de los que salían lo hacían esperanzados. “Me ha salido un buen examen, espero aprobarlo. Otra cosa es  sacar la plaza. Eso está más complicado”,  señalaba Isabel, una joven de 26 años. Otros no tanto...
En las próximas semanas tendrá lugar una segunda prueba, centrada  en la presentación y defensa de una programación didáctica y en la preparación y exposición oral de una unidad. De superar ambas pruebas, las plazas se decidirán finalmente en una fase de concurso, donde puntuarán la formación y la experiencia docente.