De Almería a Qatar, pasando por Brasil: el talento de dos hermanos almerienses recorre el mundo
Mar y Gonzalo Goberna fundaron GMásP, una empresa que nació en la capital y ahora modela el planeta

Los hermanos Mar y Gonzalo Goberna Pérez.
Gonzalo y Mar Goberna crecieron en Almería, pero fue en Valencia donde confluyeron sus caminos profesionales. Él, ingeniero; ella, arquitecta. Ambos definen su trayectoria como vocacional, una inclinación natural por crear y resolver problemas desde el arte y la técnica. “Siempre quise construir espacios que mejoraran la vida de las personas”, dice Mar al recordar sus primeros dibujos de niña. Gonzalo sonríe al evocar su fascinación por las montañas rusas: “Vi un documental y supe que quería entender cómo se sostenía todo aquello”.
La idea de fundar una oficina propia nació como un “sueño infantil”, según ellos mismos. Tras años de formación y trabajo, la crisis de 2008 les obligó a reinventarse. La oportunidad llegó desde Brasil: un proyecto industrial en una planta de cemento. “Era el molino más grande del mundo, un reto técnico enorme”, recuerda Gonzalo. Ese encargo fue el cimiento de GMásP y el inicio de una trayectoria internacional.
La expansión
El proyecto brasileño marcó una senda global. Siguieron encargos en Panamá, Venezuela y Qatar, donde trabajaron en cuatro de los ocho estadios del Mundial. Mar añade que esa experiencia consolidó su método de trabajo: combinar ingeniería y arquitectura con las tecnologías más avanzadas. La adopción temprana del modelado BIM (Building Information Modeling) fue clave.

Visita a las obras del Roig Arena.
“Nos lanzamos sin paracaídas, aprendiendo sobre la marcha”, admite. Esa apuesta tecnológica les abrió las puertas de proyectos emblemáticos, como el pabellón Roig Arena, en Valencia: un recinto multifuncional para baloncesto, conciertos y eventos, considerado uno de los más modernos de Europa. “El Roig Arena ha sido como un Ironman”, resume Mar, tras ocho años dedicados al diseño y ejecución. Su hermano asiente: “En algunos elementos hicimos más de 160 modelos de cálculo para asegurar cada vibración, cada apoyo. No puedes permitirte el error cuando hay miles de personas debajo”.
En Almería, su tierra natal, los hermanos han desarrollado proyectos públicos de relevancia. Entre ellos, la reforma del Centro Deportivo de Costacabana y la pasarela sobre el río Andarax que conectará los paseos marítimos. “Nos hace mucha ilusión aportar nuestro bagaje a la ciudad que nos vio nacer”, afirma Mar. También participaron en labores de reconstrucción tras las inundaciones de Torrent, una experiencia “emocionalmente intensa” por su impacto social.

Complejo Deportivo Polivalente de Costacabana.
Despacho de vanguardia
Desde su sede en Valencia, GmásP cuenta hoy con un equipo estable de unas veinte personas. Su estructura sigue la filosofía inicial: multidisciplinar, curiosa y abierta al aprendizaje continuo. Cada cálculo, cada decisión, pasa por la mirada de ambos.
Ambos imparten charlas en universidades y disfrutan enseñando a jóvenes ingenieros y arquitectos. “Compartir conocimiento y aprender de las preguntas de los estudiantes es muy enriquecedor”, subrayan.
Mirando hacia adelante
El futuro de GmásP combina ambición y arraigo. En el corto plazo, la prioridad es culminar sus grandes obras internacionales y ver completada la pasarela de Almería. “Nos haría mucha ilusión dejar nuestro granito de arena en la ciudad”, dice Gonzalo. Mar, por su parte, sueña con seguir ampliando la vertiente de arquitectura pública y deportiva: “La arquitectura vinculada a la salud, el deporte y el bienestar social es algo que me motiva profundamente”.
Pese a su ritmo de viajes y proyectos globales, ambos conservan un fuerte vínculo con Almería. “Siempre bajamos cuando podemos”, confiesan. “Es una ciudad tranquila, con el mar cerca y una energía especial”. Y aunque hoy su base está en Valencia, no descartan abrir algún día una oficina en su tierra.
Opinión
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Pedro Manuel de la Cruz