La Voz de Almeria

Almería

De Almería a Gaza: la mujer que desafía el bloqueo israelí a bordo de la 'flotilla'

La vecina de Mojácar, Uzma Usmali, madre y abuela, navega en uno de los barcos de la Flotilla de la Libertad hacia Gaza

Uzma Usmali se encuentra navegando las aguas territoriales egipcias en el Leïla Khaled.

Uzma Usmali se encuentra navegando las aguas territoriales egipcias en el Leïla Khaled.La Voz

Víctor Navarro
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Diversas naves se dirigen a la Franja de Gaza con el objetivo de romper el bloqueo y llevar ayuda a la población gazatí. En estas flotillas de la libertad navegan figuras mediáticas como Greta Thunberg y representantes políticos, pero también personas comunes, vecinos de cualquier ciudad, motivadas por su sentido de la justicia. Entre ellas, Uzma Usmali, una mujer inglesa que vive en Mojácar desde hace 7 años, lleva casi una semana en alta mar rumbo a un conflicto que hace tiempo superó la categoría de tragedia humana.

Nacida en Luton, a 34 millas de Londres, esta mojaquera de adopción, que ejercía de Directora Adjunta de Educación Superior, madre de tres hijos y abuela de dos pequeños, pidió a su amiga Nikki Robinson, residente en Vera, un extraño favor: “Llévame al aeropuerto de Almería porque tengo que ir a Gaza”. Sorprendida, Mrs. Robinson la condujo a la mujer de 57 años hasta el aeropuerto, desde donde voló a Sicilia, vía Madrid. Allí se embarcó en la ‘flotilla de la libertad’, que zarpó hace seis días de la isla italiana.

"“Siempre he sido activista, y no podía quedarme de brazos cruzados mientras la gente sufre"

“Siempre he sido activista, y mi religión me enseña a levantarme contra los opresores para darles libertad, justicia y paz a los oprimidos. Eso es lo que creo que estamos haciendo ahora", explica Uzma a LA VOZ, con dificultad por la escasa conexión telefónica en alta mar. “Tengo amigos y contactos en Gaza y he enviado donaciones, pero sentía que no era suficiente. Le pedí a Dios que me dejara hacer más, que me permitiera estar allí y ayudar directamente”.

El peligro de los drones y el de la llegada

Movida por ese impulso, se enroló al ‘Leïla Khaled’, como la única residente en España del pasaje, con la firme convicción de que la acción directa puede marcar la diferencia. “Nuestro objetivo es claro: romper el bloqueo, llevar medicinas y alimentos, y exigir justicia y libertad para la población de Gaza”.

Uzma Usmali abordo del Leïla Khaled.

Uzma Usmali abordo del Leïla Khaled.La Voz

Tras zarpar desde Catania, el Leïla Khaled pasaba la isla de Creta y encara las aguas egipcias. Cada milla, cada nudo, les acercarse más hacia un destino con más trazas de hostilidad que de rosas. Uzma recuerda la tensión que se ha generado entre los embarcados tras las últimas noticias, en donde las fuerzas militares israelíes “secuestraban” (matiza la mojaquera) una de las flotillas y su pasaje. “Hemos visto los vídeos del rapto de los barcos y como están tratando a la gente. Hemos acusado cierto miedo, pero estamos determinados a seguir adelante y crear un corredor humanitario que permita el acceso de medicinas y suministros esenciales a Gaza”.

"Nos sobrevuelan drones desde que navegamos por alta mar"

Aunque siempre será una pequeña postal de la realidad que está viviendo Uzma en las aguas del Mediterráneo, la inglesa señala que la vida en el barco es “amable” pero tiene sus contratiempos, “llevamos seis días en alta mar. Hay alrededor de 100 personas a bordo, principalmente médicos y periodistas, y la tripulación y los capitanes hacen un trabajo excelente”. Sin embargo, Uzma sabe que, aparte de las inclemencias del tiempo y lo embravecido del mar, a bordo del Leïla Khaled existen otros peligros. “Todas las noches nos han sobrevolado drones. Anoche, uno de ellos vertió una sustancia en el mar. No sabemos que pudo ser”.

"El barco puede ser interceptado, y tanto pasajeros y tripulación podrían verse atacados"

Uzma reconoce que el riesgo es real: "el barco podría ser interceptado por las Fuerzas de Defensa de Israel, y tanto la tripulación como los pasajeros podrían verse atacados o incluso perder la vid". Por ello, insiste en la importancia de que la comunidad internacional y la sociedad civil alcen sus voces, exigiendo la liberación y protección de la flotilla y visibilizando la situación crítica de la población de Gaza.

Su primer intento en llegar a Palestina se frenó en Egipto

Antes de zarpar desde Catania, Uzma Usmali ya había intentado alcanzar Palestina en la Marcha Global a Gaza que juntó a 4.000 personas de 80 países en El Cairo para cruzar a Gaza por el paso de Rafah. Una marcha que fue frenada con violencia en el país de los Faraones. Uzma explica que su motivación para volver a embarcarse es clara: “Sentí que no estaba haciendo lo suficiente para ayudar a la gente de Gaza. Quería aportar medicinas, alimentos y apoyo directo, y no podía quedarme de brazos cruzados mientras sufrían bajo el bloqueo”.

La británica confiesa con una sonrisa que ama profundamente España y su vida en Mojácar. “Es un honor ser la española de este barco, representar a mi país mientras luchamos por la justicia en Gaza”, asegura emocionada. Navegando a 3,24 nudos, el Leïla Khaled arribaría a la Franja en 4 días. De vuelta en su pueblo, esta mujer se ha convertido en un motivo de orgullo para su gente, su familia y sus amigos, que la ven como un ejemplo de compromiso, valentía y solidaridad frente a la adversidad.

tracking