Belén se levanta cada mañana media hora antes de lo que debería para poder llegar a clase. Y, aun así, no consigue llegar a tiempo. Como ella, decenas de estudiantes sufren cada día los efectos de un servicio de autobuses insuficiente en su conexión con la Universidad de Almería.

"Aquí hay un problema y no es puntual. Me ha pasado varias veces que vienen los buses llenos y ni abren las puertas", detalla la estudiante para LA VOZ. Un problema que obliga a que universitarios almerienses lleguen tarde a clase cada mañana o alteren sus horarios para prever estos habituales colapsos.

La línea 19, totalmente colapsada

Esta denuncia frente al colapso del sistema de transportes urbano hacia la universidad ha ocupado en el último día las redes sociales gracias a un vídeo que ilustra la cruda realidad de cada mañana. En la grabación, la línea 19, que conecta distintas partes de la capital con la UAL, se presenta totalmente colapsada.

Los autobuses, una vez completan su aforo, activan su cartel de 'Fuera de Servicio' y, como es lógico, dejan de hacer paradas a su paso hacia la Universidad al no poder acoger más estudiantes. El problema lo viven aquellos que ven pasar autobuses a los que no pueden subirse y que ven cómo no podrán llegar a clase un día más.

En el vídeo que está circulando por redes, un chico decide probar suerte en un autobús de la línea 31 –que va a Retamar y no pasa por la UAL– dada la imposibilidad de llegar a clase. "Llevábamos más de 40 minutos esperando al bus. Había pasado un 19 lleno y fuera de servicio", escribe Belén, que veía cómo pasaban los minutos y no llegaba a clase.

Después de 1 hora de espera, Belén pudo subirse al autobús, pero otros muchos estudiantes quedaron fuera a la espera de otro que, con suerte, tenga algo de espacio.

Dejar de ir a clase, una opción

El vídeo publicado en redes se ha llenado de comentarios de decenas de estudiantes que cada día viven la misma experiencia y que exigen a la compañía encargada y el Ayuntamiento una ampliación de la frecuencia en los autobuses, al menos, en las horas de mayor demanda. 

Según la experiencia de otros muchos estudiantes, el colapso no se sufre solo en la línea 19, también otras que prestan servicio con la Universidad como las líneas 18 o 15. Unos retrasos que, según Belén, solo dejan a los estudiantes con tres opciones.

La primera, "esperar buena parte de la mañana para, con suerte, llegar solo 10 minutos tarde". La segunda, no ir a clase directamente y pedir los apuntas a algún compañero. Y, la tercera, volver a casa e ir a la Universidad para la siguiente clase, una vez no haya tanta demanda en los autobuses.

Ante este colapso y la imposibilidad de llegar a clase sin necesidad de salir 1 hora antes de casa, los estudiantes no saben cómo actuar. "Es un problema colectivo y general. Nadie sabe cómo reclamar de manera que sea efectivo. De forma individual no vamos a conseguir nada", apunta Belén, que afronta la situación con hartazgo e impotencia.

Un problema recurrente

El problema en el servicio de transporte urbano que conecta la capital y la Universidad no es nuevo. Sin ir más lejos, hace unos meses, Vicente Del Moral Cazorla, miembro del Consejo de Estudiantes de la Universidad de Almería (CEUAL), confirmaba a este medio que el tema está sobre la mesa desde hace tiempo.

"Es un tema que preocupa bastante, hasta tuvimos que crear una comisión exclusiva. Tenemos reuniones anuales con las instituciones que dirigen el transporte. Como comisión hicimos algunas peticiones de mejora, como la rotación en permanente circulación de las líneas 11, 12 y 18", explican desde el CEUAL.

"La respuesta a las demandas suele ser predisposición a la escucha y al debate, pero es complicado que se lleguen a acuerdos más allá de algún refuerzo en horas puntas", concluyen.