"Almería no tiene un problema con las viviendas turísticas". Así comenzaba su intervención la alcaldesa de la capital, María del Mar Vázquez, después de firmar con el consejero de Turismo de la Junta de Andalucía, Arturo Bernal, un convenio en el que las dos administraciones públicas se comprometen a trabajar juntas en el control de este tipo de alquileres que empiezan a proliferar en las ciudades.

Tanto Vázquez como Bernal hablan de la firma del convenio como algo "preventivo" ya que no hay un problema como tal, pero lo que sí es cierto, y así reza en el estudio que encargó hace unos meses la Gerencia de Urbanismo, es que actualmente hay en la ciudad un total de 1.453 viviendas de uso turístico, lo que supone que ya "el 0,96% del total de viviendas que tiene la capital se destina a este uso". Quiso poner en situación la alcaldesa comparando estos datos con los que hay alrededor situando la media española en un 1,5% y la andaluza en el 1,9%.

Esto no significa que no exista una preocupación por la evolución que puede tener en el futuro. Así, según el estudio "los barrios con más posibilidad de llegar a ser un problema son El Zapillo, San Miguel de Cabo de Gata, Retamar-Toyo" y en menor medida, también en el Casco Histórico. Lo cierto es que desde Urbanismo ya se está trabajando en un plan a medio plazo, haciendo coincidir las fechas con el Plan Municipal de Vivienda (PMV), contemplando acciones concretas con las que orientar la forma en la que deben desarrollarse este tipo de viviendas.

Hay que tener en cuenta que la firma de este convenio lo que va a permitir es avanzar en la transparencia de datos, nuevas inscripciones, cambios de titularidad y cancelaciones mediante un ágil sistema de intercambio de información. También se reforzará la colaboración en el control del cumplimiento normativo para detectar infracciones urbanísticas o falta de cualquier otro requisito sectorial.

El convenio tiene entre sus objetivos el intercambio de información para garantizar las concretas exigencias territoriales y de compatibilidad urbanística, así como la comunicación de los incumplimientos detectados por el Ayuntamiento. Con ello, se mejorará la detección y actuación contra las viviendas que operan de manera clandestina.

Viviendas fuera del registro

Además, recoge la creación de una Comisión de Seguimiento compuesta por representantes de ambas administraciones para la coordinación de actuaciones, así como para velar por la correcta ejecución del Convenio, junto con su seguimiento y evaluación.

Hay que tener en cuenta que esto es posible gracias a la nueva normativa que regula este tipo de viviendas desde febrero de 2024. Según los datos que maneja el consejero de Turismo, desde entonces hasta mayo de 2025 en Almería se han dado de baja de este registro un total de 553 viviendas, de las que 98 están en la capital, por "no cumplir con los estándares de calidad" a los que están obligados por la ley, o por no estar ejerciendo como viviendas turísticas. Y es que, explica Bernal que "hay promotores que dan de alta las viviendas en el registro sin tener un uso turístico". Así, cree que "entre el 25 y el 30% de las viviendas turísticas dadas de alta en la ciudad, no están ejerciendo como tal".

A partir de ahora Almería se suma a esta colaboración interadministrativa, que ya está en marcha en ciudades como Sevilla, Málaga, Granada, Cádiz o Jerez.