Son muchas las veces en las que los conductores, con la precaución debida, hemos hecho carreras con los ríos de agua que bajaban la Avenida Federico García Lorca. Sabíamos todos que tras esa carrera, a ser posible pocos minutos después, tocaba la llegada de Aqualia, se cortaba el tráfico y a partir de ahí se iniciaba un proceso de búsqueda de la fuga o rotura que había bañado el carril.

Pues bien, estos pequeños manantiales están muy cerca de desaparecer, y es que ya está culminado el proyecto, tras la modificación para incluir la Rambla Amatisteros, para cambiar toda la tubería de riego que recorre desde la cabecera de la Rambla hasta su desembocadura en la Fuente de los 103 pueblos. Una tubería ya antigua y anticuada, que realiza su recorrido por debajo de los carriles de la avenida y que ahora quedará sellada para que el agua llegue tanto a los parques y jardines, como a las fuentes, a través de un tubo algo más pequeño, colocado en el interior del cajón de la rambla y que conectará a través de los aliviaderos con cada una de las zonas.

“Hasta ahora, cada vez que se tenía que arreglar la tubería se tenía que cortar el tráfico, al pasar la tubería a través del cajón de la Rambla, irá colocado en la esquina superior izquierda, se podrá entrar a arreglarlo sin tener complicaciones de movilidad”, explica el concejal de Agua, Agricultura y Zonas Verdes, Juan José Segura.

Situación actual

Para entender al detalle de este proyecto cuyo coste asciende a 1.063.333 euros y cuenta con un plazo de ejecución de ocho meses, hay que saber de dónde partimos. Actualmente hay una tubería de fibrocemento de 200 mm que recorre toda la Rambla Belén bajo el carril descendente. Este tubo da servicio a un total de nueve cabezales de riego y 23 fuentes ornamentales en Rambla Belén y, en el tramo de tubería secundaria de Amatisteros se da servicio a un cabezal de riego y cuatro fuentes. Este entramado hidráulico está muy deteriorado, hay que tener en cuenta que su vida útil eran 20 años, cuenta con materiales de difícil trabajo (amianto), da problemas en los arreglos por su ubicación.

Con este panorama, el Ayuntamiento lo que va a realizar siguiendo el proyecto que ha preparado OTIPSA es realizar una nueva red que recorra con una tubería principal la Rambla Belén y una secundaria Amatisteros bajo las ramblas, “mediante soportes y anclajes mecánicos de acero inoxidable anclados a la losa superior del canal rectangular de encauzamiento” siendo la longitud total de la tubería de 3.296 metros y de la derivación de 4.282.

Lo más interesante del cambio, más allá de la mejora del servicio, es que esto va a permitir dotar a la red de “sistema de telemando y telecontrol”. Esto significa que todas las fuentes y todas las zonas ajardinadas podrán regarse de forma independiente. “A partir de ahora vamos a poder funcionar igual (más o menos) que lo hace un agricultor con sus cultivos en el invernadero. Podremos decidir las zonas que necesitan más o menos riego, si ha llovido se puede suspender, todo siempre adecuándolo a las necesidades que tengan las plantas”, explica Segura.

¿Para cuándo?

Lo cierto es que al incluirse Rambla Amatisteros se ha tenido que realizar un modificado del proyecto original lo que ha supuesto un pequeño retraso con respecto a los planes iniciales pero, bien es cierto, que según explican los técnicos municipales, el proyecto ya está en contratación con la idea de poder sacar la licitación lo antes posible. Se realizará en dos anualidades de forma que se iniciarían los trabajos en este 2025 aunque el grueso de la obra se realizaría a lo largo de 2026.

“Al realizarse la tubería dentro del cajón de la rambla, lo cierto es que las afecciones que va a tener son mínimas para la movilidad. Solamente hay una pequeña afección en la rotonda de La Gloria porque ahí hay que actuar sobre la vía para la colocación de un nuevo cabezal, pero será la única”, explica Segura.

Ahora queda saber exactamente el tiempo que puede tardar en culminarse todo el procedimiento administrativo necesario para el desarrollo de esta obra. Unos trabajos que contemplan también la limpieza del final del cauce de la rambla. Algo que colaborará a eliminar algunos malos olores más allá de la necesidad de que se realice lo mismo la zona correspondiente al dragado del puerto en esa confluencia entre el mar y la rambla.