El cardenal Cristóbal López Romero, salesiano nacido en Vélez Rubio (Almería) y actual arzobispo de Rabat, es uno de los hombres que decidirá el futuro de la Iglesia, ya que formará parte del cónclave que elegirá al sucesor del Papa Francisco. Con una profunda comprensión de las periferias, uno de los pilares defendidos por el pontífice argentino, López Romero ha sido señalado por distintos medios internacionales como uno de los papables. Su labor pastoral en Marruecos, su cercanía al islam y su extensa trayectoria en Latinoamérica lo colocan como uno de los principales candidatos para salir del cónclave convertido en el próximo Papa.

No obstante, en una de las entrevistas que el cardenal está concediendo a distintos medios antes de acudir a Roma para el funeral del Papa Francisco y entrar en el cónclave, López Romero se muestra tajante sobre sus deseos: "Absolutamente no", responde tras ser preguntado por Antena 3 sobre si quiere ser elegido Papa. "Habría que estar loco para desear una responsabilidad como esa", detalla el cardenal.

Aún así, es consciente de sus posibilidades. "Estoy entre los 130 cardenales electores, pero elegibles son todos los varones bautizados. Desde hace siglos, la costumbre es que el Papa sea elegido entre los cardenales que están en el cónclave, y desde ese punto de vista tengo alguna amenaza más que los que no están", analiza. De hecho, en otras entrevistas suele bromear sobre las probabilidades que tiene de convertirse en Papa, señalando que tiene "más que mi abuela", porque es varón y sacerdote. 

Respecto a esa responsabilidad, López Romero reconoce que "ser obispo de Rabat me sobrepasa en extensión e intensidad, imagina lo que seria estar al frente de toda la Iglesia universal".

Lo que le pide al próximo Papa

Preguntado sobre qué busca él como cardenal elector en el elegido para la sucesión papal, el almeriense señala que espera "un Papa comprometido con continuar el papado de Francisco, que para mí ha sido extraordinariamente positivo, a pesar de que haya quien diga que ha sido el peor Papa de la historia, porque cada uno habla de la feria según le va en ella", explica López Romero.

Además, confiesa ir ligeramente 'a ciegas' a su primer cónclave. "Yo no voy con un candidato en el bolsillo para votar,  voy a descubrirlo allí y va a ser el Espíritu Santo quien me va a ayudar a descubrir quien es la persona mas adecuada para darle continuidad" a un papado que, confiesa, ha sido incómodo para muchos: "A mucha gente le ha molestado que el papa este tan cercano a los musulmanes, que critique las políticas migratorias de los países ricos, que reclame por las injusticias.. A muchos les ha levantado ampollas y son los que dicen que ha sido el peor Papa de la historia, pero porque se han sentido tocados y criticados", detalla.