¿Y qué hacemos con el búnker de La Marina?
Ahora que se va a poner en valor el chalet y su entorno, queda pendiente recuperar el búnker

Así está actualmente el búnker ubicado junto al chalet de La Marina
Solitario, ‘decorado’ con esos grafitis que no pueden entrar en la categoría de artísticos, cegados para evitar su uso indebido y rodeado de la vida que le dieron (un taburete le acompaña y lo preside una parrilla de barbacoa), se encuentra uno de los búnkeres de la Guerra Civil que se siguen manteniendo en pie en el litoral capitalino.
Se trata de la estructura situada a la altura del chalet de La Marina, en pleno dominio marítimo-terrestre, que ahora ve casi con envidia la rehabilitación, transformación y puesta en uso que se va a hacer de este edificio como espacio de ocio y restauración, mientras que él, al igual que el resto de estas construcciones distribuidas por el litoral siguen acumulando deterioro.
Cabe recordar que hace unos años desde la Junta de Andalucía se le encargó a Francisco Miguel Guerrero la elaboración de un catálogo de este tipo de estructuras con la idea de protegerlas y que años después, a pesar de contar con él, no se ha seguido con el expediente.

Esta estructura se encuentra llena de graffitis
Lo cierto es que esta estructura en cuestión, que será el único elemento que en este espacio quede sin restauración alguna tras la realización del nuevo paseo marítimo, es exactamente “un nido de ametralladoras fortificado”, explica Guerrero. “En la provincia de Almería hay dos tipos de fortificaciones. Las primeras fueron construidas durante la Guerra Civil por parte del Ejército Popular Republicano y se realizaron entre 1937 y 1939. Las otras estructuras, entre las que está la que se encuentra situada junto a La Marina, se levantaron ya durante el Gobierno de Franco, entre 1939 y 1942, ante la posibilidad de la entrada de España en la Segunda Guerra Mundial”, asegura este especialista.
Este búnker cuenta con algo más de tres metros de largo, dos de ancho y algo más de 1,8 metros de altura. “Está realizado con hormigón armado”, de ahí que haya llegado hasta ahora. Hay que tener en cuenta que la importancia que puede llegar a tener este nido de ametralladoras forticado no sucede solo por sí mismo, sino que, tiene mucho que ver con la relación con otras estructuras similares que hay en el entorno. Así, explica Francisco Miguel Guerrero que, tal y como se puede ver, en la desembocadura del río Andarax hay varios búnkeres: uno casi destruido realizado entre el año 1937 y 1939; otro similar al de La Marina que se complementa con otro similar a la espalda. Cree este especialista que estas estructuras cuentan con “un importante valor histórico, artístico y divulgativo”. Recuerda que estamos ante los vestigios de la “última guerra de trincheras”.

Frontal del búnker ubicado en la arena de la playa de El Zapillo
Sea como sea, la realidad es que una vez que se haya procedido a rehabilitar el edificio de La Marina, prácticamente se quedará solo por poner en valor este espacio. La intervención en su restauración, también supondría una importante mejora para los que ya se han convertido en usuarios de esta parte del litoral. Cabe recordar que hasta hace poco, apenas un par de años, esta playa prácticamente se disfrutaba por los almerienses y visitantes de una forma muy residual hasta que se realizaron las obras de prolongación del paseo marítimo.