La Voz de Almeria

Almería

El nombre que nadie ve: un niño asesinado está oculto en una fuente de Almería

Escapó de una fábrica y fue silenciado a tiros

La gente pasa a diario por delante y nadie se para a mirar.

La gente pasa a diario por delante y nadie se para a mirar.Víctor Navarro

Víctor Navarro
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En un rincón remoto de la aldea de Chapa Khana Mill, en la provincia pakistaní de Punjab, una piedra pintada de blanco  señala el lugar donde la noche del 16 de abril de 1995, un niño de tan solo 12 años fue asesinado. A miles de kilómetros, en el corazón de Almería, una placa conmemorativa refleja la misma sencillez simbólica, preservando su memoria y recordando una lucha que aún afecta a miles de niños en el mundo.

Aunque la fuente donde reposa pasa desapercibida para la mayoría de los transeúntes, su historia resuena en la Rambla, cerca del Kiosco 18J. Esta fuente, además de ser la entrada de un parking cuenta la vida de un niño llamado Iqbal Masih.

Nacido en 1983 en una familia de extrema pobreza, Iqbal fue vendido a los cinco años a una fábrica para saldar una deuda familiar, contraída para poder costear la boda de su hermano mayor. Encadenado a un telar pasó más de seis años atrapado en los talleres de alfombras junto con otros niños-obreros. Iqbal y sus compañeros sólo atendían a una motivación: vivir para trabajar.

Rodeados de penurias y malos tratos la destreza del pequeño en la fabricación de alfombras fue en aumento, convirtiéndolo en una pieza valiosa para sus patronos. Tanta pericia llegó a albergar Iqbal en su oficio, que conocía de memoria el orden de las fibras para la elaboración de entramados decorativos de gran belleza. La dureza del trabajo quedaba reflejada en su cuerpo y salud: el raquitismo, la persistente tos seca y sus manos encallecidas hacían que Iqbal pareciera un anciano en lugar de un niño.

De esclavo a símbolo contra la esclavitud

Lo que parecía una condena irreversible se convirtió en el inicio de una rebelión. A los 12 años, tras lograr escapar de aquel taller, Iqbal Masih alzó la voz contra la explotación infantil que afectaba a miles de niños como él. En un Pakistán donde existían movimientos sociales que denunciaban la situación de los niños-trabajadores, quiso la providencia que el pequeño se encontrara con con una concentración del Frente de los Trabajadores del Ladrillo, liderado por Ehsan Khan. Después de escuchar la historia de Iqbal, el activista acogió al pequeño, liberándolo de la esclavitud, y éste aprendió de él.

La historia de Iqbal empezó a ganar reconocimiento entre las asociaciones humanitarias, y su voz, conocida como la del 'niño militante', no dejaba de denunciar los abusos cometidos en las fábricas contra los niños. Cuanto más hablaba, más incómoda se volvía su figura para quienes lucraban con esa explotación.

La lucha de Iqbal fue brutalmente silenciada el 16 de abril de 1995, cuando el niño falleció a los 12 años a causa de un escopetazo por la espalda. Las circunstancias de su muerte continúan siendo motivo de controversia. Mientras algunas versiones afirman que fue asesinado por un campesino al que Iqbal y unos amigos sorprendieron teniendo relaciones con un burro, otras hipótesis apuntan a que detrás del crimen se encontraba la mano de la mafia vinculada a la industria de las alfombras, una acusación que cobró fuerza en medios de comunicación pakistaníes e internacionales. El suceso, rodeado de dudas, y la prematura muerte del niño reforzó aún más el simbolismo de la lucha que Iqbal representaba.

En 2008, el Ayuntamiento de Almería dedicó una placa conmemorativa en honor a Iqbal Masih. Nadie repara en la placa, en el nombre del niño ni en lo que su lucha simbolizó. Frente a esta fuente, justo al cruzar la calle, una fuente gemela luce otra placa colocada el 5 de diciembre de 2023, bautizando el parque infantil que custodia como 'Plaza de los Niños'. La memoria de Iqbal persiste en este entorno donde confluyen un instituto y zonas de juego: un lugar lleno de vida, donde Iqbal permanece simbólicamente rodeado por aquellos por quienes luchó hasta el final: los niños.

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