El tomate de Almería presenta un modelo capaz de adaptarse a los cambios. esta es la conclusión de un estudio realizado por  el Jaime de Pablo Valenciano (Universidad de Almería) el conocido experto de la Comisión europea Tomás García Azcárate (Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC) y dos investigadores argentinos Miguel Ángel Giacinti Battistuzzi y Valentín Tassile.

A partir de datos facilitados por Coexphal del periodo 2009-2013, el estudio se plantea responder a preguntas relacionadas con la adaptabilidad de la zona productiva de tomate en fresco más importante del mundo, a partir de los continuos cambios experimentados por la demanda. Unos cambios que se han puesto de manifiesto n o sólo en las variedades elegidas por los agricultores y empresas productoras, sino que también afectan al modo de recolectar los frutos y, sobre todo, a cuestiones propias de la poscosecha.

Toda vez que las empresas comercializadoras tienen encuentra indefectiblemente al diseñar sus estrategias comerciales estos sensibles cambios operados en los mercados de destino más importantes. De ahí que la pregunta que este trabajo de investigación haya querido medir la adaptabilidad de la producción de tomate almeriense para seguir siendo competitiva. La respuesta, según este trabajo, es afirmativa.

El estudio dibuja, a través de índices estadísticos complejos una estructura empresarial del tomate almeriense, ordenando a las empresas por grupos homogéneos en cuanto a su naturaleza y su relación con los mercados. en ese sentido cabe destacar que el estudio revela una “moderada tendencia” a la concentración” , con una tendencia en el periodo analizado al incremento en el número de empresas exportadoras.

La dinámica del comercio exterior en Almería es competitiva según este estudio, “aumentado anualmente facturación y volumen y mejorando su porcentaje en el volumen exportado de España. Según los datos de 2012, los mayores valores en cuanto al Índice de Competitividad en comercio Exterior ICCE lo presentan las ventas a Portugal, Polonia, Países Bajos, Italia, Francia, Bélgica y Alemania.

Por último, cabe destacar que el estudio aprecia a través de los recursos estadísticos utilizados, que los cambios introducidos a nivel microeconómico en las empresas analizadas se “solapan” entre ellos”, generando en su conjunto una contrastada capacidad de adaptación.