“Muchas gracias por todo don Miguel”
El director del colegio Arco Iris se despidió ayer del centro tras casi 33 años de trabajo
Dispuesto a empezar con la entrada ordenada de los alumnos a clase, don Miguel Ramírez cogió ayer su famoso micrófono. Tan sólo tenía pensado una sencilla explicación: “Os tengo que decir que hoy es mi cumpleaños y también mi jubilación, así que el miércoles que viene estará aquí doña Ana, que es mucho más guapa”.
No esperaba el que ha sido el director del colegio Arco Iris desde su apertura, en 1982, que la comunidad educativa había preparado todo un homenaje a su querido director. Se sorprendió al ver las coloridas pancartas que lucían los alumnos de 1º de Primaria con frases como “Muchas gracias por todo”, “Te queremos don Miguel”, e incluso “Eres un sol”.
Un profunda huella
La presidenta del AMPA, María José Urda, tomó la palabra para expresar, de parte de las familias, “un profundo agradecimiento” al docente, “que siempre nos ha hecho sentir parte de un proyecto común y ha tenido las puertas abiertas a las familias”. También manifestó la admiración de todos “por haber trabajado tanto” y haber hecho del CEIP Arco Iris “un referente de centro escolar, no sólo en la localidad”: “Has sido, eres y serás el alma de este colegio en el que dejas una honda huella, no sólo como profesor sino también como persona”.
Intervino también una ex alumna y madre actual del colegio, que recordó “el cariño hacia todos los niños” que siempre ha mostrado don Miguel, “quien cuando te cruzabas con él siempre tenía ese ‘Adiós bonico o bonica’ o incluso el ‘ciruelo’ dedicado a los más traviesos”. “Es el único profesor que he tenido en toda mi vida que ha seguido recordando siempre mi nombre y apellidos”, subrayaba; “un profesor adelantado a su tiempo, que, con la asignatura de huerto, fue el primero en fomentar el cultivo ecológico con una asignatura distinta”.
El profesor, periodista y presidente de la plaza de toros de Almería Benjamín Hernández fue el último en recordar su paso por el colegio, antes de que dos alumnos le entregaran una placa conmemorativa.
Por último, don Miguel se rigió, entre saludos y felicitaciones de padres, alumnos y antiguos alumnos, a la puerta del comedor, donde descubrió otra placa en la que se otorga al edificio el nombre del insigne director que el centro no olvidará.