Descubren cómo las hormigas marcan a los pulgones que protegen
Este hallazgo abre la puerta a nuevas estrategias sostenibles de control de plagas agrícolas

Este descubrimiento será de gran utilidad para favorecer la agricultura sostenible.
Un equipo internacional de investigadores ha identificado los compuestos químicos con los que las hormigas Tapinoma nigerrimum modifican la cutícula de los pulgones Aphis gossypii, marcándolos como “buenos productores” de melaza y asegurando así su protección. Este descubrimiento podría permitir invertir esta relación natural para convertir a las hormigas en depredadoras y mejorar el control biológico de esta plaga agrícola.
El estudio, publicado en la revista Journal of Chemical Ecology, ha sido realizado por científicos de la Universidad de Granada, el Institut de Recherche sur la Biologie de l’Insecte (IRBI – CNRS – Université de Tours, Francia), el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA – Centro La Mojonera) y el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (IACT – CSIC).
Mediante experimentos en laboratorio, los investigadores comprobaron que, tras tres días de interacción con las hormigas, los pulgones presentaban hasta siete compuestos alterados en su cutícula, algunos de ellos originados por las propias hormigas. Uno de los compuestos clave es el hidrocarburo 3,15-di-MeC27, que abunda en ambos insectos tras el contacto, y que actuaría como una señal química de “productor valioso” para las hormigas.
Los análisis químicos se realizaron en el IRBI utilizando cromatografía de gases y espectrometría de masas, comparando perfiles cuticulares de pulgones expuestos y no expuestos a las hormigas. Los resultados muestran diferencias claras y consistentes.
De aliados a enemigos: una oportunidad para la agricultura
Este descubrimiento abre la posibilidad de alterar químicamente la relación entre hormigas y pulgones, provocando que las primeras dejen de protegerlos y comiencen a depredarlos. Esta estrategia tendría un gran potencial para la agricultura sostenible, al reducir el uso de pesticidas en cultivos donde esta plaga es difícil de controlar.