Este municipio almeriense, en el corazón del valle del Andarax, de pasado milenario y crisol de diferentes culturas tiene el favor de poseer un fértil y extenso valle al que asoman cerros amedrentados y suaves colinas, que, por su posición estratégica y privilegiada, definen el lugar idóneo para sedentarizarse y crear un nuevo modus vivendi, como hicieron sus pobladores hace cinco milenios. 

Se trata de Los Millares, un asentamiento que hace más de 5.000 años que marcó el inicio de una nueva era: la del Cobre. Descubierto a finales del siglo XIX en las tierras del término de Santa Fe durante la construcción de un ferrocarril, se ha convertido en símbolo de la complejidad social y tecnológica alcanzada por las comunidades prehistóricas de la península ibérica.

La ciudad fortificada que cambió la prehistoria

Hacia mediados del III milenio a.C., estos pobladores inician una nueva actividad técnica, la metalúrgica del cobre, que ha dado pie para definir a esta fase histórica, surgiendo de este asentamiento uno de los fenómenos artísticos-culturales más relevantes de la historia de Almería, que dará nombre a un periodo cultural germen de la sociedad europea. 

El poblado, ocupado entre el 3200 y el 2200 a. C., estaba protegido por cuatro murallas concéntricas con torres y bastiones, un sistema defensivo insólito para la época. Dentro, se distribuían cabañas circulares de piedra y talleres dedicados a la metalurgia del cobre, una innovación que cambiaría para siempre las formas de producción y de guerra.

Posteriormente, en época romana, eligieron Mondújar para situar una torre vigía que guardaba la calzada que bajaba de Guadix a Urci, en Pechina, con una taberna o posada para alivio del viajero. 

Un puente cultural en el Mediterráneo

Arqueólogos coinciden en señalar a Los Millares como un epicentro de intercambios comerciales y culturales entre el Mediterráneo y el interior peninsular. Sus defensas, su producción metalúrgica y su compleja organización social colocan a este enclave almeriense en la misma liga que las grandes culturas prehistóricas del continente.

El misterio de las tumbas colectivas

Si algo impresiona al visitante actual son sus necrópolis monumentales. Más de un centenar de sepulcros megalíticos —principalmente tholos— rodean el poblado. En ellos se hallaron ajuares con armas, ídolos oculados y joyas de cobre, testimonio de una sociedad jerarquizada donde la religión y los ancestros jugaban un papel central.

Protegida por cuatro murallas defensivas 

Los Millares destacan por sus grandes dimensiones y por su excelente conservación, debida al material de construcción (la piedra) y a que ninguna otra población se ha establecido en la misma meseta. 

Si bien su cerámica campaniforme, sus cabañas construidas a base de piedra, vegetales y barro y sus útiles de hueso, marfil y cobre se pueden tocar y observar, hay una gran parte de la cultura de Los Millares que es abstracta y que es objeto de múltiples interpretaciones.