Una de las mejores mieles de España es almeriense y puedes visitar cómo se hace
La empresa Miel Sierra Filabres sigue fiel al proceso de elaboración tradicional
En estos meses de calor, mientras las abejas culminan su labor milenaria, en la envasadora de Miel Sierra de Filabres, en Lubrín, se vive el momento más crucial del año.
Es verano, y con él llega la campaña de extracción, una oportunidad no solo para trabajar a pleno rendimiento, sino también para abrir sus puertas al público y enseñar cómo se embotella, sin artificios, una de las mieles más reconocidas de la provincia y, poco a poco, también de España.
Tradición familiar
“Somos apicultores. Aquí no hay intermediarios ni mezclas. La miel que sale de nuestras colmenas es la misma que se ve en los botes”, afirma con convicción José Antonio López, tercera generación de apicultores y gerente de Miel Sierra de Filabres.
“El verano es ideal para que la gente venga, visite el pueblo y se pase a ver nuestra envasadora, con sus propios ojos, cómo trabajamos. Ven colmenas, panales recién cortados, y pueden probar nuestras variedades al momento”.
Miel premiada
Doce tipos de miel diferentes salen cada año de las manos de esta familia lubrinense. No todas son locales —algunas provienen de otras zonas naturales del país— pero sí son cien por cien españolas y propias, fruto de una práctica respetuosa que apuesta por lo monofloral y por la pureza.
La más laureada, sin duda, ha sido su miel de limón, incluida entre las cinco mejores de España por una revista gourmet nacional. También la de retama o montaña ha sido premiada en el Salón Gourmet de Madrid. “A veces nos preguntan qué hacemos diferente. Pues esto: no filtramos, no calentamos, no añadimos nada. Del panal, directamente al bote”, resume José Antonio.
“Esto es medicina”, concluye sonriendo. Para conocer todos sus productos en profundidad y comprarlos puedes visitar su web www.mielsierrafilabres.es. Pero, sin duda, la mejor experiencia es visitar sus instalaciones y maravillarse con este producto tan ancestral, natural, puro y tan lleno de vida.