Han pasado 23 años desde el estreno de ‘La hora chanante’, aquella arriesgada propuesta que la mayoría descubrió buscando por internet o con el famoso boca a boca. Fueron 51 capítulos llenos de ese humor llamado “dadaísta”, rompiendo con las convenciones establecidas y cuestionando lo moralmente correcto.

23 años después, el motivo de su éxito salió a la luz desde 'El Hormiguero', donde Ernesto Sevilla y Joaquín Reyes hicieron un llamamiento a la persona que les ayudó a hacerse conocidos en aquella época donde pocos manejaban YouTube. “Cuando hicimos ‘La hora chanante’, evidentemente no nos conocía nadie, y de repente alguien se encargó de colgar todos los vídeos en YouTube”, explicaron, aludiendo a que ellos desconocían y desconocen a día de hoy cómo hacerlo.

Después, la pareja de chanantes contaron que esos vídeos, intuían, los había subido un chaval de Almería que conocieron en un festival de Murcia. Así concluía este llamamiento, con una invitación pública y oficial: “Hacemos una merienda - cena, una tertulia... va a ser un planazo, te lo vas a pasar muy bien, no tengas miedo y contáctanos”.

El laboratorio de lo absurdo

Aquella época en la que internet aún era un territorio inhóspito, donde las redes sociales aún no habían monopolizado nuestras vidas, un grupo de manchegos, recién salidos de la Facultad de Bellas Artes en Cuenca, aparecieron para revolucionar el concepto de humor en el panorama español. Con una estética cutre, sketches y secciones como 'Testimonios' o 'El Gañán' se propusieron dar de lo que hablar en foros y chats. Casi dos décadas más tarde, su legado aún sigue en la memoria colectiva de los españoles.