Segunda en el abono roquetero y segundo cartel de no hay billetes que cuelga del la taquilla de la plaza de toros de Roquetas. En los tiempos que corren, por segunda vez, más de 8.000 personas abarrotan los tendidos de la plaza de toros, ojo, que no es peccata minuta.

Cuando faltaban pocos minutos para las siete y media de la tarde llegaban al coso salinero las furgonetas de las cuadrillas que harían el paseíllo en la última de Santa Ana. Una terna con figuras y un joven torero, que se las verían con un encierro manso y descastado el día que el presidente perdió el rumbo en la entrega de trofeos.

Toros de Montalvo

Se lidiaba un encierro de Montalvo, que volvía a la provincia tras muchos años sin pisar por estos lares, con una corrida bien presentada, aunque muy desrazada en líneas generales. Abría cartel El Juli, joven veterano, que se topó con un castaño que manseó desde salida, buscando las tablas descaradamente y con el que prácticamente solo pudo aguantarlo en los medios.

Entre mirada y mirada a las tablas apenas fueron tres o cuatro los naturales que jaleó el público antes de recetar, el torero de Velilla, un espadazo en el hoyo de las agujas. La gente pidió minoritariamente una oreja  sin justificación que el palco  concedió. El segundo de su lote fue un toro más terciado y cuesta arriba, que apuntó en el capote de Julian falta de fuerza. Ese apunte se convirtió en realidad en la muleta,y obligó a Julian a rematar a media altura los muletazos, de uno en uno, con la descompuesta y calamocheante embestida del flojo animal.

Poco pudo hacer

Poco se podia hacer con el toro y con dos pinchazos y un descabello puso fin El Juli a su paso por Santa Ana. El toreo poderoso de El Juli, necesita otro tipo de embestida más exigente, que quiera coger los trastos y no la puerta,que venda cara cada embestida, y no a precio de saldo.

Manzanares cumplió

Manseó también en los primeros tercios el primero del lote de Manzanares, pero al contrario de lo que ocurrió con otros de sus hermanos desarrolló fijeza y acabó quedandose en la muleta del alicantino. Basada la faena sobre la mano diestra fue alargando las embestidas del toro castaño de Montalvo.

A los sones de Manoletecogió vuelo la faena, con la gran vitud de dejar mucho tiempo entre serie y serie, dejando que el animal se afiance en el ruedo. Bajó la faena las veces que quiso el torero probarlo por el pitón zurdo antes de que el toro, como apuntaba desde el inicio, acabara rajado en tablas. Demasiado consiguió sacarle el torero a base de buena técnica y paciencia. Marró con la espada antes de que una estocada acabara con su primero. Nuevamente hubo una leve petición minoritaria y el presidente enseñó un barato pañuelo.

Salto el quinto al ruedo mientras caía la noche sobre el ruedo roquetero. Tampoco dejó este que Manzanares  se estirara con la capa , pero si empujó en el peto del picador que fue derrivado con estrépito. El toro, justo de fuerza pedía tiempo y suavidad, y ambas cosas estuvo dispuesto a regalarle el torero de Alicante. Planteó Manzanares una faena basada en el temple, que alcanzó cotas altas al natural, desmayandose en los despaciosos naturales. Fue la del quinto (que al parecer, si que los hay malos) una faena larga, con buenos naturales que viajaban a la deriva en medio de un desierto que no caló en los tendidos.  Tras el pinchazo y la estocada asomaron, por incercia, algunos pañuelos aislados, entre ellos el del presidente que confirmaba las rebajas auriculares de la feria.

Roca Rey en torero

El joven torero peruano Roca Rey paró con solvencia a su primero, que no pasó por elpeto del picador, sustituyendo el segundo tercio por un gran quite por tafalleras y de frente por detrás. Con la muleta en la mano empezó la fiesta y la quietud y la cercania co nla que torea el jovencísimo peruano causó impresión en los  tendidos. Dos pases cambiados por la espalda, pase de las flores, arrucina ligada con un natural en redondo... la imaginación al servicio del toreo. Parece el toro hipnotizado tras la muleta de Roca Rey, que observa impávido la embestida de la res.

Bien con la izquierda

Sobre la mano zurda llegaron los mejores pasajes. Con la mano baja y, tal vez, no concediendo al toro un paso de distancia entre pase y pase que hubiera agradecido el animal antes de mirar a tablas como los hermanos y mostrar su falta de raza. Nota habrá tomado el ganadero, que andaba por la plaza.

Para acabar la faena no tuvo reparos el torero en echar rodillas a tierra y ligar una serie de luquecinas  que enloquecieron al público y al palco, que enseñó de golpe tres pañuelos que concedían un rabo que nadie había pedido.  Roquetas ha montado una feria de categoría de  capital con un palco de provincia que restó seriedad a lo que pasó en el ruedo.

Para cerrar plaza, en una tarde que no pasará a la historia de la tauromaquia, salto un sobrero (el primero de Roca Rey fue devuelto y corrió turno) de Alcurrucén terciado el negro mulato axiblanco. Tampoco este Núñez  favoreció el toreo de capote, del que hemos visto poco esta feria.  Sorprendió al varilarguero antes de que ocupara su puesto en la plaza y señalo un puyazo delantero que tampoco sirvió para calibrar la entrega o la bravura del toro.

Apoyado en tablas comenzó la faena Roca Rey. Pases por alto para sacar el toro a los medios y comenzar allí el toreo en redondo.

Exigente el toreo de Roca Rey, que intentaba bajar la mano al toro de los Lozano mientras Nerva nacia de los tendidos despidiendo la feria con la melancolía que desprende el pasodoble que fue el himno de todas las fiestas de España. Nuevamente es la quietud del más importante torero de Perú la que enciende la emoción en los tendidos, con un toro parado y que le cuesta repetir.

Adornó roca Rey el epílogo de su faena co pases cambiados, dejando que el toro acariciara con la punta de los pitones la banda de la taleguilla. Al final estocada que acaba con el toro y con la feria, co petición de dos orejas que se concedieron. Ya, a estas alturas de la tarde, ¿qué más daba una oreja más que una menos?

José María Manzanares y Andrés Roca Rey abandonaron a hombros la plaza de toros a los sones  del pasodoble  Puerta  Grande de  Elvira Chico que hiciera mundialmente conocido el gran Fernándo Fernández Román en sus retransmisiones de Televisión Española, como la que sirvió para inaugurar esta hermosa plaza de toros. Mientras tanto  un Juli cabizbajo deshacía andando el paseíllo que comenzaba dos horas antes. La cara y la cruz de la fiesta.

Balance de la Feria

Será, con toda seguridad, este joven Roca Rey el triunfador de una feria que  por cuidado y remate mereció más. Si el encierro de Alcurrucén del sábado no se entregó, y por momentos, hizo pasar un mal rato a los espadas, este  de Montalvo ha decepcionado por vía de la mansedumbre y la falta de casta. Mucho más dificil que nombrar triunfador de feria tendrán los jurados para designar un toro que desaque sobre el resto. Tal vez un premio desierto sería una justa valoración a la parte torista de 2016 en Santa Ana.

En lo artístico destaca la faena al primero de su lote de Roca Rey, así como algunos pasajes de la tarde de Alejandro Talavante. Enrique Ponce lució al toro salinero más de lo que mereció y El Fandi hizo las delicias del público en el segundo tercio, especialmente con el segundo de su lote.

Poco más nos deja una feria que, por encima de todo, ha sido la feria de los dos llenos, la del año que colgó dos veces el no hay billetes y la del pueblo que se puso color albero a su fiesta. Las próximas citas para los aficionados serán el día 6 de agosto en la plaza de toros de Berja, en la que se lidiarán toros de Passanha y Benjumea para Diego Ventura, El Fandi y Torres Jerez, y la feria de Almería, donde habrá una novillada en clase práctica y cuatro corridas de toros, destacando la presencia de  la gran mayoría de las figuras y un serio encierro de Victorino.