"Hola, Álvaro. Soy Robe". Así llamaba por teléfono el cantante y compositor extremeño Roberto Iniesta Ojea para ser entrevistado. Así lo hacía siempre y así lo hizo en esta casa para una entrevista en el verano de 2022 que agradeceré eternamente al 'Chayi' (que hoy debe estar pasando un día de mierda) y que reeditaría dos años más tarde Víctor Navarro. Pero ya no habrá más llamadas. 

Robe ha muerto este miércoles a los 63 años de edad, según ha informado su agencia de comunicación en una nota publicada en su web en la que no ha precisado el motivo de su fallecimiento. En las próximas horas y días habrá una avalancha de resúmenes musicales de este extremeño que lideró Extremoduro y que ha estado durante más de 40 años poniéndole banda sonora a nuestras vidas. Y sin embargo, pocos resúmenes le harán justicia, porque Robe fue (y será) mucho más: como el cometa Halley, Robe Iniesta ha sido una de esas estrellas que surgen cada muchas décadas y que trascienden a los pentagramas.

Cercano, profundo y a la vez contundente, en esas entrevistas un par de intercambios de pregunta-respuesta ya te situaban ante alguien difícil de calificar, al mismo tiempo que inigualable. No es para nada exagerado que Dromedario Records haya anunciado el fallecimiento de Robe como la despedida del "último gran filósofo, último gran humanista y literato contemporáneo de lengua hispana, y cantante cuyas melodías han conseguido estremecer a generaciones y generaciones".

Lo era, desde luego, pero con una doble vertiente asombrosa. Porque Robe Iniesta es lo más cerca que vamos a estar varias generaciones de Sócrates o Platón y, al mismo tiempo, podía plantearte enfadado que parece que a la gente el cambio climático "nos sudaba la pera". Se manejaba con Miguel Hernández y con la calle, la de verdad. 

Robe en Almería

En el último tramo de su carrera, ese en el que siguió congregando a miles de personas con auténticas obras de arte musicales ejecutadas como verdadera orfebrería de sonidos, Robe Iniesta actuó en Almería en dos ocasiones: en los veranos de 2022 y de 2024, en la que ha terminado siendo su última gira. 

Precisamente, en noviembre de 2024, Robe canceló sus dos últimos conciertos de la gira 'Ni santos ni inocentes' previstos en Madrid tras ser diagnosticado de un tromboembolismo pulmonar. Ambos recitales tenían el cartel de 'todo vendido', pero el artista se vio obligado a guardar reposo absoluto y devolvió el importe íntegro de las entradas.

Previamente, con Extremoduro, Robe actuó en Almería en 2004 y en 2014, en un concierto de Feria que reunió a 5.000 personas en el Palacio de los Juegos del Mediterráneo y que venía a saldar una deuda contraída en 2008, en uno de esos casos que dejan huella en Almería: la Feria aún se hacía en la Avenida del Mediterráneo y un fuerte temporal de viento obligó a suspender un concierto que dejó a los fans compuestos y sin Extremoduro.

Mención aparte hay que hacer a los no pocos tributos a Extremoduro que se han celebrado por estos lares. Uno de los últimos, en la sala Berlín, con un lleno que plasmaba la sed que existe por la (buena) música de Robe. Ahora, los grupos homenaje y los tributos cotizarán al alza y crecerán como setas. O como flores amarillas (para acordarse de su pelo). 

En cualquier caso, siempre podremos estar agradecidos. De aquellas entrevistas, de haber podido escuchar su música en directo en Almería y también de poder presumir de 'Poesía básica', ese libro escrito por el Chayi sobre la historia del disco que unió en 2001 a Extremoduro, Platero y Tú y al poeta rural Manolo Chinato.

A muchos les acercó a la poesía sin que se notara mucho (difícilmente Federico García Lorca pudo imaginar que 'Subí al árbol más alto / que tiene la alameda / y vi miles de ojos / dentro de mis tinieblas' terminaría siendo coreado por miles de personas cada vez que suena una canción de Extremoduro) y, fan o no, sus canciones han estado y estarán en momentos de nuestras vidas. 

Ahora nos quedamos en esta calle sin salida, Robe. 

Robe Iniesta, un referente

Robe, nacido en Plasencia (Cáceres) el 16 de mayo de 1962, ha sido uno de los músicos y letristas más destacados del rock español, llegando a ser galardonado en 2024 con la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes.

También destacó por otras facetas como la filósofo, artista y literato, destacando también su participación política y social. Pero, "por encima de todo", como define su equipo, es un "maestro de maestros", además de buen profesional y "mucho mejor persona".

El texto publicado en su web destaca distintos ámbitos de la trayectoria de Robe, a quien describen como jefe exigente "pero siempre justo y generoso con quien es leal", hombre "valiente", artista y compositor perfeccionista, así como "líder político" y "líder social", aludiendo a campañas ecologistas, ayudas a ONG y a su capacidad de "poner de acuerdo a PSOE, PP, Unidas Podemos y Vox".

"En nuestras manos está que esta obra maravillosa, llena de valores humanos, perdure y trascienda a través de las escuelas y universidades de habla hispana. El público le dio la vida y él se la dio a ellos. Gracias Robe, gracias maestro. Seguiremos siempre por el camino que nos has enseñado. ¡Al camino recto por el más torcido! ¡Vuela alto, hombre pájaro!", concluye la nota de Dromedario Records.