Las últimas giras de Rapahel (Linares, 1943) han pasado por la provincia, y ésta no podía ser menos. Tras triunfar en Estados Unidos y México, el tour ‘Mi gran noche’ llega este miércoles 14 de agosto a El Ejido.

España descansando y usted trabajando...
Mi trabajo es un placer (risas). Tengo la suerte de trabajar en algo que me gusta con locura.

¿Cuántas ‘grandes noches’ lleva Raphael?
Muchísimas, y espero muchísimas más. Estoy como nunca he estado: de fuerza, de saber hacer en el escenario, de voz, con unos bríos tremendos.

Es usted como Bruce Springsteen, se entrega al máximo en cada concierto.
Hay mucho público que repite, y en honor a ellos me gusta que mis conciertos sean diferentes. Hay canciones que tengo que hacer sí o sí, las que llamo cariñosamente ‘las joyas de la corona’, pero todas las noches hay sorpresas. De mí no se puede decir que siempre hago lo mismo (risas).

¿Cómo son las primeras sensaciones de la gira?
En México ha sido algo tremendo pero la gran sorpresa ha sido Estados Unidos, donde he estado en lugares en los que hacía mucho tiempo que no actuaba, como Texas, Los Ángeles o San Francisco. El éxito, de público y crítica, ha sido tremendo.

¿Qué ofrecerá en este concierto?
Es una antología con muchas ‘caras B’ de mis discos que he vuelto a grabar ahora. Mi intención es volver a grabar todo mi repertorio.

¿Y cómo es reencontrarse con esas canciones que han sonado menos?
Un placer. En aquellos tiempos grababa dos o tres discos al año y se elegían sólo dos o tres de cada uno para su promoción, y el resto quedaban atrás. Es injusto y por eso las estoy rescatando. Y están gustando muchísimo.

Para muchos, esta ‘gran noche’ será su primera con Raphael. ¿Qué les diría?
Que se pongan muy guapos y que se preparen para disfrutar. Lo vamos a pasar muy bien.