Vera GRV, la promesa almeriense que pisa con fuerza los escenarios: “Muchas veces tuve que alzar la voz”
Con su primer álbum en el mercado y una gira nacional ya comenzada, la artista abre una ventana hacia la Vera más real

Visuals de 'De aquí no se van' de la artista Vera GRV en su álbum 'Se me pasó llamarte, mamá'.
“Llevalatararaunvestidoblancollenodelunares”, rezaba la contraseña de Internet de los colegios almerienses. Con un vestido verde, lleno de volantes, danzaba la mujer “desquiciada” que retrataba Federico García Lorca a través de las canciones infantiles de aquel entonces.
Vera GRV, una de las grandes promesas de la provincia, trae consigo las estrofas del ayer al recuerdo colectivo de aquella melodía, de aquellos años en los que nos pensábamos ingeniosos por descubrir la contraseña de Andared.

La artista almeriense Vera GRV.
La música, inherente a su vida, la ha acompañado desde siempre, “como si el sistema de mi cerebro y mi alma estuviesen configurados con la música”, un medio por el que se pudiera expresar sin medida, armonía y humanidad unidas.
Una vida plena a través de la música y las dificultades
“Nací cantando, bailando y haciendo espectáculos en mi casa”, ese hogar en el que la música nunca faltó.“Recuerdo que los fines de semana íbamos a la casa del pueblo, y nada más llegar, mi padre ya tenía los altavoces con música”, relata Vera entre risas en charla con LA VOZ.
Vera lo tenía claro: escenario que se presentara ante ella, escenario que era ocupado por una Vera imponente, confiada, valorada: “La Vera que tenía inseguridades, miedo, esa niña que no sabía defenderse, de un momento a otro, ya no existía. Aparecía la Vera decidida, la que sabía hacer todo lo que tiene que ver con la música”.

Vera GRV, de niña.
Llegó la adolescencia, esa etapa de la vida donde las decisiones comienzan a tomar consciencia, y la joven almeriense presentó sobre la mesa su carta de renuncia a los estudios. Sus padres, temerosos al principio, nunca dejaron de darle libertad. “Me permitieron equivocarme, pero les demostré que no lo estaba, simplemente tenía que trabajar mucho para poder vivir de ello”.
Uno de sus mayores pilares, además de sus padres y su hermano, ha sido y será su prima, que además es su mánager, la voz que la ha alentado a seguir, incluso en los momentos más complicados: “Me ayudó a tirar pa’lante”.
Así, tomó las riendas de su vida, trabajando en diferentes modalidades para poder ir a Madrid, hacer contactos y comenzar a grabar.“Fueron años muy batallosos que dieron como fruto el presente en el que me encuentro ahora, en el que puedo dedicarme a lo que me da vida”.
Vera GRV más allá
Sensibilidad. Si pensamos en la persona que hay tras las canciones y los conciertos, solo podemos pensar en sensibilidad. La propia Vera se define así, reivindicando el dolor y la vulnerabilidad como algo positivo, aquello que forma parte de la vida pues no concibe la música sin los sentimientos: “A veces pecamos en pensar que ser sensible es ser débil, pero yo creo que es lo que nos hace fuertes en el mundo, una persona que ve con sensibilidad no tiene miedo a sentir en público y a expresarse”.
Las personas que optan por no enseñar esa faceta tan humana “creo que tienen más miedo y se guardan sentimientos que son necesarios para poder avanzar”, asegura.
Cuando la calma no es protagonista, Vera admite que lo que más admira de Almería “es el poder parar, observar que la vida funciona un poco más despacio; es algo que los artistas necesitamos: asentar nuestras emociones y nuestras letras para lanzar obras con un sentido de verdad”.
Nada más llegar a Madrid, la rapidez y la inmediatez llegan para recordar que la música no tiene descanso, lo que te puede llegar a corromper. La sobrecarga de estímulos va ligada a la capital, junto a la contaminación, “por eso necesito perderme en alguna sierra, por Granada, Almería, sitios que me permiten contemplar mejor el arte”.
Esperanzas en un territorio hostil
En los tiempos que corren es casi un deber utilizar todos los canales posibles para reivindicar y tratar de concienciar a la sociedad. Guerras, maltrato, acoso, violencia en masa, son algunos de los temas que habitan la piel del mundo que se agrieta cada vez más.
Sin embargo, aún quedan personas que sostienen. Vera GRV lo tiene claro: “Algo que me marqué como meta cuando decidí dedicarme a esto fue ayudar, siento que los artistas tenemos un altavoz con el que podemos influir en la sociedad. Si tenemos ese poder, por qué no utilizarlo para hablar de los que nos duele, de lo que nos ha marcado, e incluso, de lo que no hemos vivido, pero sí que vemos. Hablar de lo que nos duele es primordial”.
"Muchas veces tuve que alzar la voz"
Junto a esto, la artista no puede no comentar la situación actual de las mujeres en la industria musical, con el pensamiento claro de que las dificultades que vive el género femenino en cualquier ámbito son difíciles de explicar, y ella las ha vivido en sus propias carnes: “Muchas veces tuve que alzar la voz, o en un entorno donde la mayoría de las veces eran hombres los que ocupaban los estudios: si se me ocurría alguna idea, nadie me hacía caso; acto seguido lo hacía un hombre y todos le aplaudían”.
No obstante, la cantante cuenta cómo otros espacios donde primaba la presencia tanto de hombres como mujeres en los que se valora el trabajo, “tenemos más espacio, se nota nuestro lugar, se nos escucha y valora como artistas”.
Aún así, en festivales la presencia de las mujeres es más reacia. “Hay carteles llenos de hombres, y en eso no estoy de acuerdo, porque si te pones a mirar todas las artistas femeninas que hay en España trabajando en la música, te señala algo evidente: no es que no haya mujeres, es que no tienen ganas de darnos nuestro lugar, merecemos más espacio”.
"No es que no haya mujeres, es que no tienen ganas de darnos nuestro lugar"
Primeras veces: una gira y un álbum, pura emoción
Lo que está claro es que Vera GRV ha llegado para devolver la esperanza a una industria musical cada vez más quemada. Con tan solo 24 años, un sueño y mucha dedicación, ha conseguido elevar su voz para demostrar que es posible aportar un granito de arena en la lucha por los espacios de las mujeres. Este 2025 ha sacado su primer álbum Se me pasó llamarte, mamá, una composición repleta de referencias y significados para la artista y el mundo que la rodea; por otro lado, hace un mes anunció su primera gira nacional, un orgullo cogido con miedo, adelanta a LA VOZ la joven cantante.
¿Qué historia hay tras Se me pasó llamarte, mamá?
Abarca todo lo que he vivido en estos dos últimos años, en los que he echado de menos mi hogar. Es una manera de devolver todas las llamadas perdidas que no pude contestar a mi madre, donde le cuento todo lo que me ha pasado. Hay amor, desamor, fracasos, subidas y bajadas, emoción pura y dura.
"Es una manera de devolver todas las llamadas perdidas que no pude contestar a mi madre"
Si tuvieras que elegir una canción...
Creo que es un álbum con tantos estilos, tan dinámico, donde se cuentan tantas cosas, que depende del día, de la hora, del mes, de la semana. Aunque sí es cierto que desde que salió, he tenido en repeat ‘4 de febrero’, canción que escribí a mi hermano. Siento que es una canción que te eleva, te inspira a no tener miedo, a volar y a coger caminos difíciles, creer en uno mismo y salirse de lo establecido.
Tu música mezcla tradición y vanguardia, ¿cómo fue el proceso creativo?
Lo que más he disfrutado ha sido el proceso creativo, decidí grabarlo todo en la casa del pueblo de mi mejor amigo, en Jerez del Marquesado, con vistas a Sierra Nevada. Tuvimos muchísima paz y conexión entre nosotros, lo que me ayudó a sacar to’ lo que tengo dentro. Fue mi espacio seguro, en el que podía escribir lo que yo quisiera, es lo que marca el álbum, que suene nuevo, pero con su toque tradicional y folclórico.
¿Cómo es situar a las mujeres en el centro de tus canciones?
Las mujeres siempre han tenido un papel importante en mi vida, han marcado cómo soy, por su forma de afrontar las adversidades, demostrándome que se puede salir hacia delante.
¿Qué opinas de la sobreproducción en la industria musical?
Creo que es parte de mi era, me ha ayudado a experimentar, pero todo lo que sube, baja. Una canción como las de antes no tenían fecha de caducidad. Mucha música que se está creando ahora tiene una sobrecarga de elementos electrónicos y un gran procesamiento de la voz. Entonces, no sé hasta qué punto la Vera de 80 años va a seguir escuchando una canción así. Por ello intento siempre meterme en el imaginario de la música que escuchaban mis padres, para ponerme a la altura de esas composiciones, y crear piezas más auténticas que puedan morir mejor que otras.
¿Qué significa para ti embarcarte en tu primera gira nacional?
Tengo muchísimas emociones encontradas: miedo, incertidumbre, motivación, nervios, todas ellas fruto de lo que siembra lo nuevo. Pienso en la Vera de dentro de un año, cuando haya afrontado todo, cómo le motivará el haber superado una experiencia así. Con muchas ganas de aprender y ponerle cara a la gente que me apoya.

Cartel de la gira 2025 de Vera GRV.
¿Hay alguna sala o ciudad que te haga ilusión visitar?
Almería, sin duda. Sé que va a ser increíble, en el Mesón Gitano, el 31 de enero, la última fecha de la gira. Lo hice así porque quiero que el show de Almería sea una locura pero extrema. Siempre me encanta cantar en casa porque comparto la experiencia con mi familia y mis amigos. También tengo ganas de actuar en Granada, que es como mi segunda casa; en Madrid, Málaga, hay muchas ciudades que me hace un montón de ilusión, y muchas otras que nunca he pisado y que a pesar del temor, pienso afrontar con muchas ganas.
¿Qué pueden esperar tus fans de estos directos?
Lo único que me he propuesto con mi gira es que la gente no se vaya indiferente a su casa. Quiero que disfruten tanto que se vayan agradecidos de haber elegido estar aquí.
¿Qué consejo le darías a la Vera del pasado?
Que mirase bien de quien se rodea. Los que soñamos en alto tenemos el peligro de que se acerquen personas que ponen la zancadilla o apagan nuestra luz de alguna manera. He pasado por situaciones donde había gente que consideraba amiga o familia y lo único que hicieron fue ponerme piedras en el camino, me hicieron aprender, seleccionar y valorar mi círculo.
¿Con quién te gustaría colaborar?
Sin duda elegiría a Lía Kali o Israel Fernández, son dos artistas que están revolucionando el panorama español y que me inspiran muchísimo. Les admiro muchísimo y no me cabe duda de que en algún momento nuestros caminos musicales se juntarán.
En estos momentos, la artista se encuentra en un punto en el que tiene seguridad en lo que es, hace y representa, algo que considera esencial en el mundo de la música. “Si no crees en ti misma, no te va a creer nadie. La inseguridad es algo que he manejado durante muchísimo tiempo, y, por ejemplo, me siento orgullosa de que no me tiemblen las piernas al hablar con el artista que me admiro”.
A día de hoy, Vera GRV pisa los escenarios con fuerza y emoción, y tiene claro que lo demostrará en los próximos meses en las diferentes fechas y ciudades que tendrá su tour.