El estudio del pintor y escultor almeriense Javier Huecas está presidido por una serie personajes que consiguen expresar la pavorosa angustia y la incertidumbre despiadada que ha desatado la crisis actual, manteniendo la coherencia estilística que caracteriza sus obras. Destaca entre estas últimas realizaciones de Huecas un conjunto sobrecogedor por su inmediata capacidad de transmitir la indefensión y la derrota del ser humano, ante la adversidad predominante en nuestro tiempo.

Lejos de caer en los tópicos del arte considerado de contenido social y de recurrir a complejos sistemas de representación para hablar de lo que todo el mundo sabe, Huecas afronta una especie de viaje a lo más profundo de la condición humana, sin recetas morales ni guiños ideológicos.

El hombre, arrojado a la existencia tal como percibió y describió Heidegger, aparece brutalmente representado en esta serie, con la acostumbrada clarividencia de este artista almeriense.

Personajes desprovistos de ropajes inútiles, cuya expresión natural de las emociones se contrapone a la gravosa carga de una situación insostenible, como si este equilibrio imposible fuese el único espacio para la realidad. Una realidad en la que no sirven los envoltorios culturales ni las armaduras sociales, donde nadie puede proteger a nadie de ningún peligro extremo.