“Por derribar de manera temeraria a un contrario sin estar el balón en disputa”. Es la increíble frase que aparece en el acta del Ceuta 3-2 Almería en el que Morilla Turrión se equivoca y desde el VAR De la Fuente Ramos no hace nada por corregirlo. Penalti de Bonini a Anuar que solo existió para los colegiados. El Almería se cansa y pide explicaciones al Comité Técnico de Árbitros. Considera que las tres derrotas de la temporada vienen marcadas por decisiones erróneas. 

Después de sentirse perjudicado en Ceuta, la entidad emite un comunicado correcto, sin demasiada carga de profundidad, pero sí expresa públicamente el malestar con algunas actuaciones de los colegiados. En definitiva, pide “explicaciones” porque solo el cuarteto arbitral encabezado por Morilla Turrión y De la Fuente Ramos vieron un supuesto penalti de Bonini a Anuar. Aquí entran en escena otros fallos arbitrales que, a juicio del Almería, le han costado puntos importantes esta temporada.

En el deporte existe el error, y los rojiblancos lo aceptan, pero no que con tanta tecnología el colegiado principal no se acercara al monitor a revisar la acción en la que los dos protagonistas se agarran dentro del área y el balón ni siquiera está en disputa. Incluso el entrenador local, José Juan Romero, reconocía que “nos han pitado un penalti que no es”. La duda que surge alrededor del Almería y del fútbol es: ¿Por qué la inmensa mayoría no ven acción punible y los colegiados sí?

La polémica empieza en el Almería-Racing

Cuarta jornada de Liga. El Almería domina por 2-0 al Racing de Santander pero Dion Lopy comete una falta sobre Marco Sangalli segundos después de que el árbitro, Fuentes Molina, le advirtiese. Roja directa en una acción que se repetiría semanas más tarde en otro campo con amarilla. “Con este colegiado ya nos pasó con el Burgos la temporada pasada con Arribas… Es evidente que fuimos condicionados”, sentenció Rubi aquella tarde. Los rojiblancos cayeron 2-3. Al senegalés le amonestan con demasiada facilidad.

En Valladolid saltaron las primeras alarmas arbitrales

Una semana más tarde se repitió la historia en otro campo. El Valladolid se impone 3-1 al Almería con excesivo protagonismo por parte de López Toca en la sala VAR. Desde el césped Arcediano Monescillo da un gol de Bonini, pero se pita fuera de juego por interferencia de Guedes, que choca con el defensor que va a la marca. En esa jugada los almerienses aceptan la situación al haber un bloqueo del centrocampista portugués. Lo peor llegaría más tarde.

Con 1-1 en el marcador y el Almería oliendo la remontada, en un lance de área, el balón toca en el brazo de Bonini y contra todo pronóstico se pita penalti. “Mira, en mi opinión el defensor levanta el brazo por encima del hombro y evita que el delantero pueda rematar”, indicaron desde la sala VAR, mientras que en el campo Arcediano ve que es un “balón llovido”. Al final cambió la decisión inicial y pitó penalti para que Latasa diese el triunfo al Pucela.

Se explicó que hubo posición antinatural del brazo que “impidió que el rival (Peter Federico), pudiese rematar, cuando el atacante ni siquiera hace intención de buscar la pelota. Grave error que le quitaba un punto al Almería.

El penalti del Ceuta, increíble y "lamentable"

Solo Morilla Turrión y De la Fuente Ramos vieron falta de Bonini a Anuar con el balón a kilómetros del área del Almería. Los dos se abrazan y la pillería del jugador local hace que los colegiados caigan en la trampa. Ni se revisó en el monitor. Hasta el Ceuta admite que fue “beneficiado” tres días después de que su entrenador se quejara -con razón- del arbitraje en A Coruña. Otro punto que se le escapa al Almería, que dice “basta” por boca de su entrenador y el comunicado oficial posterior.

Una expulsión de Lopy porque es Lopy que cuesta una remontada del Racing de Santander; un punto que vuela de Valladolid por una mano mal analizada. Y otro de Ceuta por un penalti inexistente. El Almería no pide que le beneficien, sino que se aplique el reglamento con claridad.