Ganar por defecto. Ganar sin dominar. Ganar como un grande. Hasta 22 oportunidades claras para el CD Leganés, siendo 10 de ellas entre palos, pero había un tal Andrés Fernández que detuvo la mitad de ellas con paradas antológicas, demostrando que sus 38 años -cumple uno más el 16 de diciembre- es un simple dato que aparece en el DNI. El portero marcó el primer gol de la UD Almería en Butarque con sus intervenciones. Un futbolista que no sale en la foto y que da puntos.

En la grada, un sonriente y talismán Mohammed Al-Khereiji junto a Mohamed El Assy, Joao Gonçalves y un viejo conocido como Radosav Petrovic, de los primeros fichajes de la era Turki Al-Sheikh que pronto se unirá oficialmente al club en otra faceta al haber colgado las botas. El serbio siempre fue muy querido y respetado por la directiva e iniciará una nueva aventura rojiblanca.

El Almería diseña otra alineación y le sale cara

Porque el Almería no es el huracán de antaño que jugaba para el mejor futbolista de la Liga el pasado año, Luis Suárez, sino que se ha fortalecido como bloque. El cambio de sistema de Rubi con línea de cinco atrás con Centelles, Bonini, Aridane, Monte y Chirino no cuajó del todo; no es un dibujo interiorizado y los números así lo reflejan con tantas oportunidades para el Leganés. Incluso siendo superado en números, el fútbol va de goles y aquí no hay rival. Cambia la receta, no el resultado final.

El equipo de Rubi desesperó al Leganés

Tres de los cuatro lanzamientos a puerta del Almería fueron a la red. La desesperación de Juan Soriano frente a la magia de Adri Embarba, la potencia de Daijiro Chirino y el oportunismo de Arnau Puigmal fue la misma de los casi 10.000 espectadores ‘pepineros’. ¿De qué sirve dominar si en las áreas no sentencias? En partidos así se consiguen los ascensos.

Se convierte en un favorito rocoso

Los 28 puntos en la clasificación a falta de terminar el 1-1 de Ceuta hacen que el Almería llame a la puerta del liderato, pero eso le da igual. Es un equipo que navega y no se desestabiliza por los datos, es difícil de superar y no se desmorona, situación inédita desde la anterior etapa de Rubi. No hay una estrella definida ni un delantero que rompa la estadística como Luis Suárez. Ni falta que hace, porque aquí manda el bloque.

La estadística es el arte de mentir con precisión

La diferencia entre los equipos que aspiran a subir directos y lo que caen a la lotería del Play Off la marcan partidos como el de Leganés. El Almería fue inferior en casi todos los registros que su adversario, menos en la eficacia en las áreas. Y si en días grises también acaba saliendo el sol… Cuidado que el panorama tiene buen color para la plantilla de Rubi.

La mirada que define el gran momento almeriense

Otra de las claves para comprender el gran momento del Almería, con cuatro victorias seguidas y sin caer desde hace nueve jornadas, es que en la mirada de los futbolistas se nota confianza, compañerismo, seguridad en uno mismo. Saber que si tu rival hace ocasiones hay un portero que salva los muebles, “que para eso está”, como recalca el entrenador, y arriba los goles se caen solos, aporta calma al vestuario e ilusión a la grada.

No se trata de ganar 0-3 en Butarque, el teatro de los sueños rojiblancos, sino el cómo. La línea de cinco para liberar a Embarba y Arribas restó dominio de juego, encumbró a Andrés y el resto salió a pedir de boca. El Almería no hace ruido pero si remata la faena el miércoles en Ceuta con una victoria, habrá dado un hachazo tremendo a la categoría.